EDUARDO MARRAZZI


El periodista Eduardo Marrazzi anunció que el próximo miércoles, en la Feria del Libro, presenta su obra "Puntos suspensivos", cuentos brevísimos, con la impronta del autor, capaz de trazar una situación en pocas palabras.
Son 70 cuentos brevísimos, publicados por la Editorial Dunken. El autor dice que la obra no pretende ser un libro de cuentos, ni siquiera llega a ser un libro de cuentos cortos. Apenas intenta ser un conjunto de cuentos brevísimos. Es un ramillete de ideas-cuentos para jugar con la imaginación del lector. Apenas un pasatiempo.
Eduardo Marrazzi, periodista y escritor, intenta volcar en estos setenta relatos, setenta historias que podrían ser mucho más amplias, mucho más específicas, mucho más literales y mucho más completas. Pero prefirió contar lo mínimo y elemental.
Prefirió dejar mensajes, situaciones, comienzos, desarrollos y finales sus Casi cuentos a elección de cada lector y a merced de los puntos suspensivos, para que cada uno le agregue a la tela los colores necesarios para terminar el cuadro.
Puntos suspensivos es, en definitiva, un ejercicio de síntesis, de un redactor acostumbrado a contar largas historias en pocas líneas, por las exigencias cotidianas de la información.
En el libro el autor recuerda que en la década de los 80, mientras cubría una temporada de verano en Mar del Plata para el diario La Razón, compartía las jornadas periodísticas con el equipo de la Revista Gente para el que también trabajaba. Uno de los integrantes de la revista era Mario Markic (el del programa de TN En el camino), con quien mantenía largas charlas y nos divertíamos bastante mientras realizábamos distintas coberturas periodísticas.
"Yo tenía que hacer una página por día para el diario y en esa página se incluía un recuadro con pequeños sucesos, anécdotas y hechos que acontecían en la ciudad y en las playas, bajo el título de Granitos de arena.
En un determinado momento me ordenaron desde la redacción de Buenos Aires que investigáramos si era verdad que existían patotas que por las noches atacaban a las mujeres que caminaban por las playas. Tales patotas en realidad nunca existieron, pero Mario me sugirió que inventara, a manera de pequeño libro cuento, un ataque. Ese fue el puntapié inicial para este libro y lo titulé Patota, con ayuda de la impronta y a creatividad de Mario. Otro cuento de este libro que nació en las piletas de Punta Iglesias fue Por un pelito, que primero integró la sección del diario y luego, también formó parte de este libro.
La idea del libro de brevísimos cuentos que empiezan y terminan con puntos suspensivos es que el lector haga un ejercicio de imaginación con las situaciones, lugares y personajes a su libre albedrío. Todos tienen un principio abierto y un final abierto.


Algunos ejemplos

He aquí algunos de los brevísimos cuentos que nutren el libro de Eduardo Marrazzi.

Minuto fatal... Su adolescente humanidad se estremeció. La frase le partió los tímpanos como si hubiese escuchado un cañonazo a un metro de distancia: !Saquen una hoja!


Instituto Pasteur. .. El cartel decía bien clarito: "Cuidado con el perro"...

Debutante... "Señora, la mesa está servida". (Giró sus talones, hizo mutis por el foro y pensó orgullosa): !Ya soy actriz!

Del refranero... Plantar un árbol, escribir un libro... "Señor, ya puede pasar. !Es un varón y pesa 3,800 kg.".

Lionel... Messi recibió la pelota exactamente en el centro de la cancha. Torció la cintura como solo él sabe hacerlo y dos jugadores contrarios siguieron de largo. 
Entonces, Lionel corrió hasta el borde del área, frenó, pisó el balón, levantó la cabeza y se la dio servida en bandeja de plata a su compañero, con el arquero descolocado. 
 Ricardito solo tuvo que patear al arco. Unas treinta mil personas gritaron GOOOLL de la manera más brutal imaginable.
Esa explosión de la tribuna fue tan estremecedora que, irremediablemente, Ricardito se despertó sobresaltado...

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