ASOMBRO Y ESTUPOR

A medida que se van destapando los negocios de Lázaro Baez en Santa Cruz y otros lugares del país y del exterior, la capacidad de asombro supera todos los límites. Baste conocer la propiedad de una veintena de estancias, cientos de vehículos de alta gama, bóvedas presuntamente con dinero, etcétera, para darse cuenta que en este caso la famosa década ganada fue para unos pocos, que en lugar de servir a los ciudadanos se han dedicado a servirse de un Estado sin controles.

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