POZO DE QUILMES

Martiniano Molina, el intendente de Quilmes, salió al cruce de quienes lo vapulearon por el error que cometió al confundir el Pozo de Quilmes con un tema de bacheo en la ciudad.
Ahora, según dice el diario La Nación, respondió que no había escuchado la pregunta y que como se venía hablando del tema de servicios públicos y hay quilmeños que celebran aniversarios de baches, encaminó la contestación por este lado.
Para agregar más adelante que no hay aclarado las cosas ayer porque se fue a Tigre y allí no tenía señal. Cuando supo todo lo que se había armado, rápidamente salió a aclarar y agregó que si alguno se sintió ofendido, le pedía disculpas.
Además recordó que vivió cerca del lugar del citado centro clandestino durante su infancia y que su padre, Jorge Molina, estuvo en la resistencia cuando llegó el gobierno militar y derrocó al intendente José Rivela. Asimismo mencionó que su madre, embarazada, fue con su padre a Ezeiza cuando regresó Perón.

Nunca Más

El libro Nunca Más, de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) habla del Pozo de Quilmes en la página 90, cuando se ocupa de la descripción de los centros clandestinos de detención.
. Dice que estaba ubicado en Allison Bell y Garibaldi, en el centro de la ciudad de Quilmes, partido del mismo nombre, provincia de Buenos Aires. Local de la brigada de investigaciones.
Descripción: acceso al garaje por la calle Garibaldi, atravesando un portón pesado con riel. Acceso principal por la calle Allison Bel. Edificio de cinco plantas.
Planta baja: guardia, oficinas, salas de torturas, pañol, cocina y dependencias. Entrepiso: oficinas, baño, gran depósito utilizado para el botín de guerra y balcón techado.
Primer piso: calabozos, celda, patio, locutorio, comedor, cocina y baño.
Segundo piso y tercero: calabozos, celda, baños y patio. Los calabozos eran de 2 metros por 1,80 metro. Las celdas eran más grandes.

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