En una nota publicada por La Nación, Mariano Donadío expone al periodismo como una pasión de masoquistas.
Dice el autor: "Aquel mandato sanmartiniano del serás lo que debas ser, si no no serás nada, es tan bello como poco humano, terminando siendo, con suerte, aquello que pudimos o quisimos. Para orientarnos en ese laberinto de vocaciones y equivocaciones, el sitio estadounidense de búsquedas laborales Career Cast armó un ranking de los mejores y peores trabajos de este tiempo. Los resultados se basan en cuestiones como el ambiente de trabajo, el nivel de ingresos, las perspectivas de ascenso y el nivel de estrés.
"Lo curioso es que el periodismo encabeza la lista de los peores trabajos (seguido por los leñadores y el personal militar). Las causas de este primer puesto tienen que ver con la poca remuneración, el alto nivel de estrés y la situación precaria.
"¿Y cuáles serían las razones de los periodistas para abrazar este vía crucis? Una: la tentación de ser los que escriben la vida. Si es verdad que toda realidad necesita un relato, los periodistas son los que sucumben a la fascinación de ser los que escriben esta narración; esos privilegiados que le ponen palabra".
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