DEFENSA DE PEREZ


El secretario de Gobierno de la Municipalidad de Quilmes, Fernando Pérez, salió al cruce de la gaffe cometida por el intendente Martiniano Molina, al confundir el Pozo de Quilmes con un tema de bacheo.
El jefe comunal aclaró la cuestión posteriormente y pidió disculpas por la equivocación, aunque reconoció que no había escuchado la pregunta periodística.
Fernando Pérez recuerda sus raíces, por qué nació en París y la lucha contra la dictadura de su familia, incluido un tío torturado precisamente en el Pozo de Quilmes, quien no pudo reponerse de las torturas y murió en 1981.
Dice Fernando Pérez: "En una fecha de dolor para todos los argentinos, el gobierno quilmeño está siendo víctima de una escalada de críticas con niveles de construcción que exceden por mucho lo que pudo haber generado la respuesta que el intendente Martiniano Molina dio tras malinterpretar una pregunta hecha en el marco de una rueda de prensa posterior a la sesión del Día de la Memoria Histórica.
"Hablo ya del gobierno de Quilmes, que es centralmente el del intendente Molina, pero también el de quienes integramos su gabinete y trabajamos articuladamente todos los días.
"Nací en Francia. No soy argentino porque mis padres se hallaban exiliados cuando me concibieron. Mi madre fue el primer testimonio aportado a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU de una sobreviviente de la dictadura argentina. Su hermano, mi tío, murió en 1981 tras no haber podido reponerse jamás de las torturas que padeció, justamente, en el Pozo de Quilmes.
"Muy lejos entonces de cualquier insensibilidad personal con el tema de los dolores de la dictadura, sé qué clase de gobierno integro. Los ataques al intendente son, a esta altura, ataques a todos quienes lo acompañamos.
"No me caben dudas de que el volumen de explotación mediática del tema, que debió cerrarse tras las explicaciones del intendente, es directamente proporcional al interés de la oposición que realiza el Frente para la Victoria, fuerza política que no se resigna a no haber sido elegida por el pueblo de Quilmes para gobernar.
"Son explicables desde esa mirada las palabras de algunos de sus encumbrados dirigentes -a quienes no se le conoce historia de lucha real alguna que exceda el de la barricada verbal y el enriquecimiento- y la movilización, que de manera oportunista y baja, han organizado a la sede de la actual DDI local, ex Pozo de Quilmes.
"Porque la historia real es que el proyecto de expropiación de ese predio, anterior al actual, fue autoría de legisladores de la Coalición Cívica en los tiempos en que el FPV conducía los destinos legislativos bonaerenses, y fue esa fuerza la que decidió archivarlo. La misma que hoy, en un ejercicio de cinismo que siempre renueva sorpresas, impulsa y por la que organiza escraches y movilizaciones.
"Los funcionarios de Quilmes tenemos historia y no prontuarios. Lamentamos la falta de límites éticos que sobrevuelan algunos ámbitos, pero sabemos que serán los costos a pagar frente a personajes acostumbrados a usar los temas más delicados como piezas de un ajedrez de intereses que tiene a los ciudadanos en el último escalón real de sus intereses.
"No hay en Quilmes un solo funcionario cuestionado ni por la Justicia ni por su historia. El intendente Molina ya dio su explicación. El tema debería estar cerrado con la evaluación que cada uno decida hacer. Los capítulos que vengan de ahora en más, ya no pueden ser sino analizados desde otra óptica. La que construyen los que no se resignan a ver sus cajas cortadas".

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