TREN ELECTRICO

El servicio de tren eléctrico entre Quilmes y Constitución funciona en forma perfecta, con vagones que hablan del primer mundo, sumando confort y buenas condiciones.
Lógicamente en horas pico se complica el viaje, que dura 24 minutos entre las dos estaciones. El tren para en todas, menos Sarandí porque todavía no están terminados los andenes.
El tren lleva aire acondicionado, puertas automáticas, apoyo izquiático -para personas con movilidad reducida- y la recorrida continua de personal de seguridad, que advierte a los pasajeros que cometen alguna irregularidad, como por ejemplo poner sus pies en los asientos.
Los vendedores ambulantes brillan por doquier, pasando uno tras hora en los 24 minutos de viaje.
Las mayores quejas de los usuarios pasan por las condiciones de los andenes, que además de estar un poquito separados del tren, son reducidos y en horas picos acumulan a los pasajeros, que padecen la falta de espacio en días de gran calor.
Más allá de que para sacar el boleto en Quilmes hay que acercarse a la estación, que está a tres cuadras del anden desde llegan y salen los servicios.
Desde hoy el boleto, que venía costando 1,20, se ha incrementado por secciones de 12 kilómetros, costando entre 2 y 4 pesos la ida.
Se dice que en abril estará habilitado el servicio hasta Berazategui y más adelante, será hasta La Plata.
Entretanto quienes llegan a Quilmes y viajan más al sur, deben tomar los colectivos que esperan en el lugar de llegada del tren.

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