El presidente de la Nación, Mauricio Macri, regresó de su participación en el foro económico internacional de Davos, Suiza, y a partir de mañana tendrá que comenzar a tomar cuenta de la deuda interna.
Los pasos que se dieron en ese foro mundial han sido considerados positivos, para poner a la Argentina nuevamente de cara al mundo.
Ahora le toca la tarea más difícil, porque se trata de atacar la deuda interna que ofrece numerosos frentes, llámese Parlamento, aumento de precios, inflación, propuestas a traducirse en leyes para modificar una serie de cuestiones que exigen rápida decisión y muchas cosas más.
Enero siempre fue un mes de transición, máxime cuando se trata de un gobierno que apenas lleva un mes y medio de funcionamiento. De todas maneras, la Argentina que viene exige activar la acción política, económica y social para tratar de resolver los múltiples problemas heredados de la gestión anterior.
Sin ir más lejos, la detención de la dirigente jujeña Milagros Sala, parece ser la punta de un iceberg, que determina que se ponga la mira en un hecho, que desde un sector de la oposición -fundamentalmente ligado al kirchnerismo- se toma como una detención política.
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