VICTOR HUGO

Víctor Hugo sufrió ayer los riesgos de la profesión, por aquello de embanderarse con una posición. El que primero fue fuerte crítico del presidente Néstor Kirchner y que de un día para otro cambió radicalmente de posición, convirtiéndose en kirchnerista, fue notificado que no podía seguir su programa por Radio Continental.
Aparentemente el grupo Prisa, o el mexicano González González -el mismo de Canal 9, donde Víctor Hugo conducía Bajada de línea, un programa con un título más que emblemática- decidió tomar la medida, presuntamente por incumplimiento de contrato. Le achacaban a Víctor Hugo Morales las ausencias en su programa de la mañana para justificar la medida.
Lógicamente, desde el periodismo no puede agradar que se decida cortar una voz porque cambió un gobierno. En todo caso, habrá que entender que la libertad de empresa es la que finalmente se impone.
Pero no deben olvidarse otros hechos similares ocurridos en los últimos tiempos, desde Pepe Eliaschev hasta Marcelo Longobardi o tantos otros.
Víctor Hugo Morales, de cuya solvencia profesional nadie puede dudar, algo demostrado en tantos años de ejercicio de su actividad, merecía un mejor trato. Como también debe ser lo mismo con todos los que hacen periodismo, por supuesto entendiendo la profesión como la mejor del mundo, como decía García Márquez.

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