La agencia Duche-Zárate también adelanta propuestas para febrero.
El 5 se estrena Te estaba esperando, en el Camarín de las musas, Mario Bravo 960, CABA. Funciones los viernes a las 23.
Dramaturgia y dirección de Martín Carcou, con Silvia Trawier, Sofía Bertolotto, Eugenia Iturbe y A. Zedy.
A kilómetros de la ciudad, en una zona rural vive El Nene, junto a un padre ausente, una madrastra que le exige y su media hermana con un síndrome de Peter Pan. La obra comienza con una tragedia, porque acaba de morir en un accidente La Nana que hace años lo cuidaba. Hay que suplantarla y eso traerá consecuencias.
El texto resultó uno de los finalistas del proyecto 34.S/teatro en traslación-Intercambio artístico: Africa-Latinoamérica. La obra fue publicada en su versión traducida en inglés, junto con las otras cuatro argentinas fnalistas, en un volumen que es distribuído actualmente en Sudáfrica.
Las descamisadas
En el teatro Del Pueblo, desde el lunes 1 de febrero vuelve 300 millones, de Roberto Arlt. Dirección de Martín Althaparro. Con Guillermo Rosasco, Marcelo Beltrán Simó, Cristian Cimminelli, Nicolás Mascialino, Laura Ledesma, Rubén Ramírez, Verónica Parreño, Aixa Vegezzi, Alicia Naya, Ricardo Echezuri, Nora Gut.
Voz en off de Osmar Nuñez.
Todo empieza con el suicidio de una sirvienta española, que se tira a las cinco de la mañana a las vías del tren que pasaba frente a la casa donde trabajaba.
Cuando empiezan a investigar el caso llama la atención tres detalles: la dueña de casa le comentó que la criada no durmió la noche en la que cometió el suicidio, que pasó la noche sentada en su baúl de inmigrante y que al salir a la calle había dejado encendida la luz de su habitación.
Las funciones son los lunes a las 21 en Avenida Roque Sáenz Peña 943, CABA.
Un grito...
El 20 de febrero se repone Un grito sobre una pieza menor, ahora en Belisario Club de Cultura, Avenida Corrientes 1624, CABA. Las funciones son los sábados a las 20.30.
Dramaturgia y dirección de Yoska Lázaro. Actúan Marcelo Saltal, Federico Minervini y Pablo Barletta.
Se apagan las luces y entra el actor. Silencio. Sabe el texto, sabe las marcas, lo único que no sabe es quién lo estará viendo, si gustará lo que hace y si, de verdad, es un buen actor.
"¿Soy un buen actor?" se pregunta. La luz está por prenderse, palpita aceleradamente. Un ruido intenso, ensordecedor en su cabeza. Una certeza: "No sos un buen actor, declamás. No tenés verdad": Silencio. Vértigo. Vahido. Se aflojan las piernas. Tiembla. "¿Y mañana?". Silencio. "¿Qué voy a hacer mañana?".
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