El mundo de la locución y del periodismo argentino se ha visto conmovido por la desaparición física de un grande como Antonio Carrizo.
Tenía 89 años y una vasta actividad en radio y televisión, marcando hitos en esos medios.
Carrizo se destacaba por su enorme cultura, su conocimiento y su amplitud de criterio, que lo llevaron a conformar junto a grandes como Cacho Fontana y Héctor Larrea lo más granado de la actuación en radio.
Sus diálogos con Jorge Luis Borges y otros grandes han quedado marcados por auténticas piezas literarias.
En televisión todavía se lo recuerda jugando con Juan Carlos Calabró en ese monumental programa El contra.
La vida y el canto fue un programa espectacular que lo tuvo como conductor durante años por Radio Rivadavia.
Y en televisión en los 60, quién no recuerda sus Guitarreadas, que transformaban al folklore y a la pasión por el instrumento en un modelo de pantalla. Se llegaron a vender tantas guitarras que la fabricación no daba a basto.
La vida y el canto fue un programa espectacular que lo tuvo como conductor durante años por Radio Rivadavia.
Y en televisión en los 60, quién no recuerda sus Guitarreadas, que transformaban al folklore y a la pasión por el instrumento en un modelo de pantalla. Se llegaron a vender tantas guitarras que la fabricación no daba a basto.
Carrizo -su verdadero apellido era Carrosi- había sufrido un ACV allá por 2008 y estaba alejado de la actividad. De todas maneras se sabía que hablar de él era hacerlo de General Villegas, su lugar en el mundo que lo catapultó a los sitios más emblemáticos de la cultura nacional.
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