En su discurso el intendente Martiniano Molina habló de integración. "Nos debemos integrar: ese es otro de nuestros grandes objetivos, la necesidad de dar respuesta a los miles de quilmeños que se encuentran en estado de marginalidad o de pobreza resulta una responsabilidad ineludible por parte del estado.
"Combatir la pobreza es una obligación moral pero también una necesidad real para poder avanzar hacia un desarrollo armónico como sociedad. La exclusión de amplios sectores de una comunidad condicionan los esfuerzos de las políticas públicas para avanzar hacia un progreso en conjunto. No es posible pensar en un destino común en un contexto de desigualdad y polarización social.
"Debemos focalizarnos en políticas públicas intensas, de carácter integral, con una participación y abordaje pleno de parte de todas las áreas del gobierno, desde el diagnóstico hasta la implementación de las soluciones. Es impensable imaginar el desarrollo equilibrado de una comunidad sin abarcar como un conjunto las problemáticas socioeconómicas y de infraestructura.
"Para lograr un proceso exitoso promoveremos la coordinación interjurisdiccional entre municipio, provincia y Nación y la articulación intersectorial entre actores estatales, sector privado y sociedad civil, y de esta manera podremos avanzar en el acceso a los servicios sanitarios básicos, cloacas y asfaltos, de los sectores más vulnerables.
Señaló que la propuesta "tiene como finalidad combatir la marginalidad urbana, no sólo a través de la obra física sino también mediante la intervención social de habitat, contribuyendo al mejoramiento del espacioo público, mediante la urbanización de villas, con una importante inversión en asfalto, aceras, energía eléctrica, gas, iluminación, espacios verdes, equipamiento comunitario, educativo y de salud.
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