REPUBLICA

Democracia y República, dos valores que recuperó la Argentina en el balotaje de ayer.
Fue la primera vez que se efectivizó este instrumento para elegir al presidente. Ganó Mauricio Macri con el 51,43 por ciento contra el 48,57 de Daniel Scioli.
El líder del PRO y del frente Cambiemos -junto al radicalismo y al partido de Lilita Carrió- derrotó al candidato del Frente para la Victoria, el gobernador bonaerense que de la mano de Cristina Kirchner paladeó el sabor amargo de perder.
Y a la hora del balance, vale decir que ganó el sistema democrático, que está cumpliendo 32 años de vigencia, después de la terrible dictadura del 76.
Hoy la democracia está vivita y coleando, demostrando que el pueblo argentino va acomodando los tantos para que las cosas se pongan en su lugar. Equilibrio, sin duda, es la palabra que mejor define los comicios de los últimos días, desde las PASO de agosto a las generales de octubre y el balotaje de ayer.
El PRO, un partido de reciente formación, se ha dado el gusto de ganar los distritos más importantes del país, es decir, la Ciudad de Buenos Aires, que ya la tenía, la provincia de Buenos Aires -María Eugenia Vidal destronó al peronismo y le dio un cachetazo a la soberbia del quilmeño Aníbal Fernández- y por supuesto, la Nación, con el presidente que asume el 10 de diciembre, Mauricio Macri.
La letra K, símbolo del kirchnerismo, dejó atrás a la M, la de Macri, Michetti, María Eugenia, y en el pago chico, Quilmes, Martiniano Molina (M por dos).
Lógicamente, después de los festejos, ahora viene lo mejor, o más clarito, el mayor desafío, gobernar.
Macri encuentra un país distinto, después de doce años de kirchnerismo, con la gente que votó por un cambio, que pase por una mejor distribución de la política.
Macri habló esta mañana ante la prensa -esperemos que se haga costumbre lo de las conferencias de prensa, un recurso al que el kirchnerismo le dio la espalda, sobre todo del lado de la presidenta, que prefirió el uso y abuso de las cadenas nacionales, y así le fue- y puso en el tapete que se viene la hora del consenso, de la alegría, de pensar en el que piensa distinto como adversario y no enemigo.
Sabe el flamante presidente que gobierna un país en el que habrá mucho que hacer para cerrar las heridas abiertas en el régimen que termina.
La economía será una de las batallas que tendrá que librar para resolver temas como el dólar, el mercado, las negociaciones con los fondos buitre, el Banco Central, las reservas, los préstamos, etcétera. En ese sentido habló de un ministro de Economía y de un equipo técnico de seis integrantes.
Explicó que en materia de relaciones exteriores se buscará consensuar con los países de Latinoamérica, aunque dejó en claro que no admite la posición de Venezuela, con al chavización de Maduro. En ese sentido, en los festejos se vio a la señora Lilian, esposa del candidato opositor López, que lleva varios meses preso en la cárcel de Venezuela por sus pensamientos no alineados con el primer magistrado del país del norte de sudamérica.
No quiso hablar Macri de Fútbol para Todos ni del tema del dólar, aclarando que no va a apartarse de lo dicho en campaña. Simplemente pidió un lapso para saber cómo está el país en materia de fondos, a fin de responder con políticas para afrontar los problemas.
Confirmó que fue saludado anoche por la presidenta y que se van a reunir mañana a las 19 en Olivos (hoy CFK se reúne con el candidato derrotado, Daniel Scioli).

El peronismo

Los resultados de ayer abren un amplio panorama para el futuro del peronismo. Ya hay caciques que quieren pasar factura, entendiendo que debe separarse al partido de la línea que pudo haber instalado el kirchnerismo.
En tal sentido, se supone que la agrupación joven, La Cámpora, que ayer tragó el sapo de la derrota -se vieron lágrimas en muchos militantes- sabrá capitalizar los motivos del resultado y buscará posicionarse para enfrentar al nuevo gobierno, al que seguramente adjudicarán calificaciones de derecha. Serán oposición, esperemos que lo hagan en forma responsable.
Los grandes responsables de la derrota tienen nombre y apellido, desde el quilmeño Aníbal Fernández (había dicho que ayer a la mañana estaría durmiendo con su osito, ridiculizando y minimizando el comicio, con la misma soberbia y falta de autocrítica que lo ha mantenido hasta ahora en política).
Hoy Aníbal dijo como jefe de gabinete que el resultado fue empate... curiosa expresión de un hombre ligado al fútbol. En una de esas, como comentó alguien con ironía, habrá que resolver por penales... aunque no sería extraño que comience a sortear penales en recorridas por los tribunales de Comodoro Py.
En fin, se terminó el ciclo K, comienza la era M.
Un país abierto a múltiples posibilidades, por sus condiciones humanas y de recursos naturales, comienza a caminar una senda diferente, con la esperanza de un futuro mejor.
Como decía Augusto Tamayo Vargas, en su famoso poema, hay que tener el corazón puesto en los días que vienen, en los hijos que de nuestros hijos venga.... Y el remate final: He de llegar a verlo...

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