Brown de Adrogué le ganó a Morón 2 a 1 y se consagró campeón de la primera B, logrando el ascenso a la primera B Nacional.
Fue un final de película, como bien lo señaló el técnico del campeón, Pablo Vicó, ya que el gol de la victoria fue en el minuto 94, tras un córner a través de Juan Manuel García, quien hoy está cumpliendo años.
Estudiantes, Brown y Defensores llegaron a la última fecha con posibilidades de título. Estudiantes estaba primero con un punto de ventaja sobre Brown y Defensores.
Hasta el último minuto, con el empate entre Defe y Estudiantes y la igualdad entre Brown y Morón, ascendía Estudiantes.
La última jugada, con el gol de García, catapultó a Brown a la principal categoría de ascenso del fútbol argentino.
Por supuesto, después de la pitada final todo era alegría en las huestes de Adrogué, los cánticos, la felicidad, el festejo con el cumpleañero y autor del gol de la victoria, etcétera.
Vicó reconoció que le había dicho a Garcia, quien estaba en el banco, que iba a entrar para festejar el triunfo. Así fue.
Allá lejos...
Hace cuatro décadas aproximadamente, Brown de Adrogué integró un equipo sensación que fue animador de un torneo de primera C -en ese entonces la segunda categoría del ascenso, no había Nacional B- y perdió el ascenso por muy poco. Claro, ese año había un Central Córdoba de Rosario, que con Mainonis y Carlovich la rompía.
En ese tricolor, dirigido por Manuel Frago, aparecía Lípare al arco, el polaco Tischik atrás, el volan te Pinto, el negro Díaz en ataque, el creativo Tamburrino, Zelayeta, Roccizano, incluso tuvo un breve paso el campeón mundial intercontinental con Rácing, Jaime Donald Martinoli.
En esa época la gente futbolera de Adrogué se quejaba del poco apoyo que había al equipo. Se decía que la ciudad era más bien elitista y que prefería otros deportes antes que el fútbol profesional (léase hockey, rugby).
El tiempo fue pasando. El humilde club con estadio en Cerretti y María Antonieta siguió creciendo y hoy vuelve a la primera B Nacional, con un final de película y con un técnico como Pablo Vicó, que es símbolo de la institución y que festejó con lágrimas (en el fondo de su corazón, el recuerdo y la dedicación del título a su hijo, fallecido a principios de año en un accidente).
!Grande, Brown!.
PD: quien esto escribe comenzó su carrera de periodista deportivo en la audición Ecos Celestes, que seguía las campañas de Temperley (a través de Uris Carbonelli) y de Brown (con Eduardo Menescaldi).
Fue un final de película, como bien lo señaló el técnico del campeón, Pablo Vicó, ya que el gol de la victoria fue en el minuto 94, tras un córner a través de Juan Manuel García, quien hoy está cumpliendo años.
Estudiantes, Brown y Defensores llegaron a la última fecha con posibilidades de título. Estudiantes estaba primero con un punto de ventaja sobre Brown y Defensores.
Hasta el último minuto, con el empate entre Defe y Estudiantes y la igualdad entre Brown y Morón, ascendía Estudiantes.
La última jugada, con el gol de García, catapultó a Brown a la principal categoría de ascenso del fútbol argentino.
Por supuesto, después de la pitada final todo era alegría en las huestes de Adrogué, los cánticos, la felicidad, el festejo con el cumpleañero y autor del gol de la victoria, etcétera.
Vicó reconoció que le había dicho a Garcia, quien estaba en el banco, que iba a entrar para festejar el triunfo. Así fue.
Allá lejos...
Hace cuatro décadas aproximadamente, Brown de Adrogué integró un equipo sensación que fue animador de un torneo de primera C -en ese entonces la segunda categoría del ascenso, no había Nacional B- y perdió el ascenso por muy poco. Claro, ese año había un Central Córdoba de Rosario, que con Mainonis y Carlovich la rompía.
En ese tricolor, dirigido por Manuel Frago, aparecía Lípare al arco, el polaco Tischik atrás, el volan te Pinto, el negro Díaz en ataque, el creativo Tamburrino, Zelayeta, Roccizano, incluso tuvo un breve paso el campeón mundial intercontinental con Rácing, Jaime Donald Martinoli.
En esa época la gente futbolera de Adrogué se quejaba del poco apoyo que había al equipo. Se decía que la ciudad era más bien elitista y que prefería otros deportes antes que el fútbol profesional (léase hockey, rugby).
El tiempo fue pasando. El humilde club con estadio en Cerretti y María Antonieta siguió creciendo y hoy vuelve a la primera B Nacional, con un final de película y con un técnico como Pablo Vicó, que es símbolo de la institución y que festejó con lágrimas (en el fondo de su corazón, el recuerdo y la dedicación del título a su hijo, fallecido a principios de año en un accidente).
!Grande, Brown!.
PD: quien esto escribe comenzó su carrera de periodista deportivo en la audición Ecos Celestes, que seguía las campañas de Temperley (a través de Uris Carbonelli) y de Brown (con Eduardo Menescaldi).
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