DOCTOR AMOR


Las columnas del periodista Jorge Fernández Díaz en el diario La Nación son auténticas joyitas literarias políticas, que sirven para sopesar el momento que se vive en el país, teniendo en cuenta que hoy faltan 21 días para las elecciones.
La columna de hoy, bajo el título de Cristina Kirchner y el trastorno de ficción, permite que el conocido doctor Amor -el apodo que elige cada vez que se mete en la noche semanal de Radio Mitre- haga un diagnóstico del momento que vive una presidente, que parece querer irse con todo el poder, por más que sepa que el 10 de diciembre es el día del adiós a un régimen que lleva más de doce años, entre ella y su extinto esposo Néstor.
Fernández Díaz hace cinco preguntas y juega con el lector a definir las respuestas, que se caen de maduro y todas se resumen en CFK. Habla del juez norteamericano Griesa y quién fijo el tribunal para dirimir conflictos sobre el pago de la deuda externa, quién dejó sin arreglar durante años el tema de los holdouts o fondos buitres, quién le dio superpoderes al fiscal Nisman para investigar el caso AMIA, quién convirtió a Jaime Stiuso en el principal conductor de los servicios de inteligencia durante años y lo usó para realizar operaciones oscuras y quién acosó al fiscal hasta que se suicidió o lo mataron.
Todas las respuestas conducen a un mismo lugar -CFK-, la señora presidenta, maestra en utilizar las cadenas de televisión para hablar de cualquier cosa (ya lleva 41 este año).
Los Kirchner, dice Fernández Díaz, llevaron a los argentinos por estos caminos que ahora hacen preocupar a la presidenta y fundamentalmente al que le siga, sea Scioli, Macri o Massa.
Habla el autor de "nacionalismo de opereta" que se incentiva desde Balcarce 50 y termina repitiendo términos que parecen salidos de alguien de la oposición. Así menciona: A Scioli  no le importa nada, todo marketing y lo pagamos los vecinos; el gobierno de Scioli es desastre y abandono social; Scioli nos ha mal endeudado por dos generaciones; no sólo no hace (Scioli) sino que se dedica a destruir; hace 14 meses que no paga ni las cajas chicas de las comisarías.
Fue la diputada Mónica López la autora de esos dichos, sí, la misma que se pasó, borocotizada y sin rubores, al campamento del destestado líder naranja, de quien ahora habla maravillas. Fernández Díaz, mencionando a Sherlock Holmes, dice que el detective del 221 B de Baker Street jamás hubiera sospechado esta última sorpresa. Y remata: Shelock no conocía al peronismo.

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