Aunque parezca mentira, entramos en el último mes previo a las elecciones del 25 de octubre. Hoy, sábado 26, faltan 29 días para el gran domingo de comicios.
Y en estos momentos existe incertidumbre sobre el resultado. Siguen siendo tres los grandes candidatos a quedarse con
la primera magistratura, pese a que quizás no haya resolución ese día, porque dos candidatos pueden quedar en carrera para la gran final, que en ese caso se disputará el domingo 22 de noviembre.
Entretanto, las huestes del oficialismo, con Daniel Scioli a la cabeza, y la oposición, con Mauricio Macri y Sergio Massa, afilan las cuestiones para llegar lo mejor dentro de lo posible.
Por lo menos ya empezaron a barajarse nombres de eventuales integrantes de gabinete, como Ernesto Sanz, como ministro de Justicia para Macri o Roberto Lavagna, como ministro de Economía para Massa.
La gran incógnita pasa ahora por saber si habrá debate entre los candidatos. Daniel Scioli dijo que se bajaba y le apuntaron al corazón los opositores, arguyendo que estaba cumpliendo una orden de la presidente o bien sosteniendo que no quería perder un debate por la falta de ideas.
Lo cierto es que por el momento está en duda el gran debate nacional. Porque si bien prácticamente se resintió el que organizaba la ONG Argentina Debate, todavía está pendiente el que promueve TN, que sigue conversando con los asesores de los tres candidatos. Habrá que ver si Scioli ratifica ante el canal de noticias la decisión que le anunció a Argentina Debate.
Si esto ocurre los argentinos seremos privados de la posibilidad de constatar las ideas y las propuestas de los principales candidatos para tomar una decisión final.
El público tiene derecho a saber qué piensan los candidatos en los distintos temas que hacen a la realidad nacional: inseguridad, educación, justicia, inflación, dólar, cepo, política exterior, etcétera, etcétera. De lo contrario se vuelve a correr el riesgo de que se vote con promesas que a la hora de la verdad sean incumplidas.
Todos recordamos aquello de Carlos Menem: si decía lo que iba a hacer, seguramente no me votaban.
Ojalá los candidatos se pongan los pantalones largos y se decidan a ponerse de frente ante el soberano.
Y en materia de elecciones una de las grandes incógnitas se refiere al futuro gobernador de Buenos Aires.
Aníbal Fernández, María Eugenia Vidal, Felipe Solá (ya fue gobernador) son los principales postulantes a comandar la provincia más importante de la Argentina.
El quilmeño Aníbal Fernández asegura que va a ganar "de taquito", y muchos desde la ciudad se agarran la cabeza pensando en la posibilidad de que eso se concrete.
María Eugenia Vidal debe repetir y en lo posible mejorar la perfomance de las PASO, sobre todo superar el cimbronazo que significó el caso Niembro, y Felipe Solá corre de atrás, pensando que su experiencia puede llegar a convencer a los bonaerenses de su capacidad para tomar ese hierro candente.
En Quilmes las cosas parecen perfilarse para dos candidatos: el actual intendente, Francisco Gutiérrez y el hombre del PRO, Martiniano Molina. También está el periodista deportivo Walter Queijeiro, quien pretende repetir la experiencia de elecciones anteriores en que enancado en el fenómeno Massa logró una importante elección en el distrito. Sin embargo, el tiempo fue reduciendo esas posibilidades, asimismo de la mano de la baja de un Massa, quien ahora pretende volver a tallar.
Argentina está a un paso de elegir a su presidente, gobernador bonaerense, etcétera. Sepa el pueblo votar.
Y en estos momentos existe incertidumbre sobre el resultado. Siguen siendo tres los grandes candidatos a quedarse con
la primera magistratura, pese a que quizás no haya resolución ese día, porque dos candidatos pueden quedar en carrera para la gran final, que en ese caso se disputará el domingo 22 de noviembre.
Entretanto, las huestes del oficialismo, con Daniel Scioli a la cabeza, y la oposición, con Mauricio Macri y Sergio Massa, afilan las cuestiones para llegar lo mejor dentro de lo posible.
Por lo menos ya empezaron a barajarse nombres de eventuales integrantes de gabinete, como Ernesto Sanz, como ministro de Justicia para Macri o Roberto Lavagna, como ministro de Economía para Massa.
La gran incógnita pasa ahora por saber si habrá debate entre los candidatos. Daniel Scioli dijo que se bajaba y le apuntaron al corazón los opositores, arguyendo que estaba cumpliendo una orden de la presidente o bien sosteniendo que no quería perder un debate por la falta de ideas.
Lo cierto es que por el momento está en duda el gran debate nacional. Porque si bien prácticamente se resintió el que organizaba la ONG Argentina Debate, todavía está pendiente el que promueve TN, que sigue conversando con los asesores de los tres candidatos. Habrá que ver si Scioli ratifica ante el canal de noticias la decisión que le anunció a Argentina Debate.
Si esto ocurre los argentinos seremos privados de la posibilidad de constatar las ideas y las propuestas de los principales candidatos para tomar una decisión final.
El público tiene derecho a saber qué piensan los candidatos en los distintos temas que hacen a la realidad nacional: inseguridad, educación, justicia, inflación, dólar, cepo, política exterior, etcétera, etcétera. De lo contrario se vuelve a correr el riesgo de que se vote con promesas que a la hora de la verdad sean incumplidas.
Todos recordamos aquello de Carlos Menem: si decía lo que iba a hacer, seguramente no me votaban.
Ojalá los candidatos se pongan los pantalones largos y se decidan a ponerse de frente ante el soberano.
Y en materia de elecciones una de las grandes incógnitas se refiere al futuro gobernador de Buenos Aires.
Aníbal Fernández, María Eugenia Vidal, Felipe Solá (ya fue gobernador) son los principales postulantes a comandar la provincia más importante de la Argentina.
El quilmeño Aníbal Fernández asegura que va a ganar "de taquito", y muchos desde la ciudad se agarran la cabeza pensando en la posibilidad de que eso se concrete.
María Eugenia Vidal debe repetir y en lo posible mejorar la perfomance de las PASO, sobre todo superar el cimbronazo que significó el caso Niembro, y Felipe Solá corre de atrás, pensando que su experiencia puede llegar a convencer a los bonaerenses de su capacidad para tomar ese hierro candente.
En Quilmes las cosas parecen perfilarse para dos candidatos: el actual intendente, Francisco Gutiérrez y el hombre del PRO, Martiniano Molina. También está el periodista deportivo Walter Queijeiro, quien pretende repetir la experiencia de elecciones anteriores en que enancado en el fenómeno Massa logró una importante elección en el distrito. Sin embargo, el tiempo fue reduciendo esas posibilidades, asimismo de la mano de la baja de un Massa, quien ahora pretende volver a tallar.
Argentina está a un paso de elegir a su presidente, gobernador bonaerense, etcétera. Sepa el pueblo votar.
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