MANCHA Y MANCHON


La denuncia del oficialismo contra el PRO, en la figura del primer candidato a diputado nacional, Fernando Niembro, ha provocado un cimbronazo en el partido de Mauricio Macri.
Porque si bien hay una lluvia de denuncias de corrupción contra funcionarios K, teniendo en cuenta que desde el oficialismo gambetean la cuestión, el hecho de una denuncia contra el partido de la oposición que tanto machaca sobre la corrupción produce un impacto mayor del esperado.
Los 22 millones que dicen que manejó la empresa de Niembro, sin licitaciones, deberían diluirse ante las denuncias de miles de millones contra empresarios K y el propio vicepresidente Amado Boudou. Sin embargo, desde el gobierno se muestran blindados ante esta realidad y aprovechan las circunstancias para atacar a Niembro con todas sus baterías.
Cosas de esta Argentina, que está a 40 días de un acto eleccionario histórico. Vale anhelar que los comicios sean en paz, sin denuncias, sin tapujos ni trampas o picardías con sabor a ilegalidad como ocurrió en Tucumán.
En síntesis, las manchas contra el kichnerismo parecen no notarse ante el manchón que produjo la denuncia contra Niembro. Así lo definió Jorge Asís, ese filoso analista de la realidad.

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