EL DIA DESPUES

Quilmes todavía disfruta de la victoria con Rácing y recuerda que no ganaba de local desde la fecha 8.
Es decir, debieron pasar diez jornadas para que el Cervecero volviera a ganar en su casa.
Y fue victoria, y fue justicia, por más que se pueda discutir la actuación del árbitro Federico Beligoy, tanto en el penal para Quilmes (Droopy Gómez aseguró que el arquero Saja lo había tocado) como en la mano de Bieler en el área Cervecera, que bien pudo ser penada por el juez.
Esta vez el árbitro no se ensañó con Quilmes, y para los que suelen criticar a los árbitros -Beligoy no es la excepcion- bien vale recordar estos hechos puntuales.
Quilmes necesitaba ganar como agua para el sediente, y sobre todo,  mostrar otro rostro ante su gente, como para imaginar que cuando vuelva a ser local -falta bastante porque Quilmes tiene dos fechas de visitante y además están las PASO del 9 de agosto- será mucho mayor la cantidad de gente que acompañe al equipo.
Falcioni quedó atrás, llegó el Colorado Sava, quien apenas trabajó unos dias y pareció revertir rápidamente la situación de oscuridad en que se encontraba el equipo. Sin embargo, no hay que dejarse llevar por los cantos de sirena y ser prudentes. Porque el cambio se irá dando con el trabajo y el tiempo. Ahora viene el partido del jueves con Independiente Rivadavia de Mendoza en campo de Instituto de Córdoba, por la Copa Argentina, y el lunes 3 será la gran apuesta en Victoria ante el empinado Tigre, de Gustavo Alfaro, el Chino Luna y por qué no, Sergio Massa, junto a su cuñado futbolista, Galmarini.
Sava ha sido prudente en sus declaraciones, destacó la respuesta del plantel y aseguró que no habrá cambios radicales en poco tiempo. Lo importante es que el plantel entienda el mensaje y lo vaya poniendo en práctica con el correr de los partidos.
Incluso el técnico fue generoso con su antecesor, Falcioni, destacando la labor de Julio, y resaltando que le había dejado un plantel con buen estado físico, importantes futbolistas y la posibilidad de encarar una tarea aceptable.
No hay que olvidar que Quilmes necesita sumar para mejorar el promedio, tanto para este torneo como para el próximo, fundamentalmente, porque lo que ha cosechado hasta ahora es muy magro.
Por eso, hay que sumar, y se vienen dos paradas bravas de visitante, como el citado Tigre de Alfaro y posteriormente, el encumbrado Central del Chacho Coudet, que viene de ganar el superclásico de Rosario y que en la próxima fecha recibe a Sarmiento de Junín.
En fin, el día después encuentra a Quilmes y a su gente con otro rostro. Siempre es bueno ganar, mucho más si se logra con justicia como esta vez, pero cuando pasa tanto tiempo sin resultados favorables, la victoria se saborea con otro espíritu. El ideal, para que haya esperanza en los días que vienen, con el Colo como conductor.

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