BOCA-QUILMES


Todo está preparado para la gran fiesta de la Bombonera de mañana a las 16.10 cuando Boca reciba a Quilmes por la fecha 17 del torneo de primera división.
La gran atracción es la vuelta del Apache, Carlos Tevez, al club Zeneize, después de muchos años de ausencia, donde sumó experiencia en el fútbol europeo.
Quilmes va a tratar de no ser partenaire, pese a que la fiesta está preparada para que el local gane, guste y golee, para volver al primer puesto en la tabla, que hoy perdió ante San Lorenzo, por lo menos en forma momentánea (el Azulgrana goleó a Arsenal en el Nuevo Gasómetro por un contundente 3 a 0, con goles de Blanco, Cauteruccio y Curbelo en contra).
El Cervecero sabe que debe apostar a quebrar la historia, que le ha sido prácticamente desfavorable en todas las oportunidades (salvo el partido del 7 de noviembre de 1976, que ganó Quilmes con el gol de Rando de tiro libre. En ese encuentro el arquero de Boca, Hugo Gatti, felicitó a su par quilmeño, Bernabé Palacios, por su gran actuación).
Así las cosas, el Cervecero se aferra a aquella definición del periodista deportivo, Dante Panzeri, quien señalaba que fútbol era dinámica de lo impensado, en este caso una victoria quilmeña en ese escenario.
El técnico Julio César Falcioni, quien es muy criticado desde la falange quilmeña, tratará de demostrar que tiene aire para enfrentar lo que viene y la de mañana es una gran ocasión, porque sabe que deberá vencer todos los pronósticos que hacen amplio favorito al equipo del vasco Arruabarrena. Incluso el propio técnico aseguró que si Boca no gana una de los dos torneos que está jugando su equipo, se irá a fin de año, un motivo más de presión para justificar el carácter de favorito.
Por otra parte será árbitro Patricio Loustau, uno de los hombres de negro que prefiere siempre el club xeneize.
En definitiva, una tarde sábado especial en la Bombonera.¿Podrá Quilmes pasar a la historia o volverá a repetir tantas pálidas actuaciones como la mayoría en este certamen?

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