Gustavo Berger presenta el viernes a las 21.30 en el Multicultural y Teatro Don Bosco, de Belgrano 280, Bernal, el unipersonal Un rubio peronista. Espectáculo a la gorra.
El mismo show se presenta el sábado 20 a las 22.30 en el Teatro El Refugio, de Maipú 540, Bánfield, también a la gorra.
El protagonista utiliza el humor como herramienta para la militancia y la risa como camino al pensamiento crítico. Esas son las bases del nuevo espectáculo de Gustavo Berger, quien tras un exitoso paso por el dúo Los muchachos humoristas retorna el camino del humor político.
Un diálogo fluido entre el cómico y el espectador para analizar situaciones del peronismo desde una mirada nacional y popular, con textos del propio Berger y los inolvidables relatos radiales de Enrique Santos Discépolo (con su inefable Mordisquito) como nexo entre el pasado y el presente de la realidad política argentina.
Gustavo tiene 30 años y hace más de 14 que se dedica profesionalmente a la comedia. A lo largo de su carrera desarrolló un estilo muy particular de humor, lejos de los humoristas tradicionales.
Como si se tratase de un cronista, Gustavo Berger se muestra encantado con ser testigo, observar y contar lo que ve, reflejando con humor a través de sus monólogos, situaciones cotidianas por las que todos atravesamos.
Es autor de tres unipersonales: Cuento con humor (2002), Humor sólo (2004) y Pido la palabra (2009), los cuales representó en los más diversos espacios a lo largo y ancho del país, con excelentes críticas.
En 2010 realizó su primera incursión en el monólogo político, siendo uno de los fundadores del dúo Los muchachos humoristas, grupo con el cual a lo largo de dos años realizó una extensa gira por el país, recorriendo más de 20 mil kilómetros de rutas, de norte a sur y de este a oeste, con el apoyo del público e importantes personalidades de la cultura y la política.
El mismo show se presenta el sábado 20 a las 22.30 en el Teatro El Refugio, de Maipú 540, Bánfield, también a la gorra.
El protagonista utiliza el humor como herramienta para la militancia y la risa como camino al pensamiento crítico. Esas son las bases del nuevo espectáculo de Gustavo Berger, quien tras un exitoso paso por el dúo Los muchachos humoristas retorna el camino del humor político.
Un diálogo fluido entre el cómico y el espectador para analizar situaciones del peronismo desde una mirada nacional y popular, con textos del propio Berger y los inolvidables relatos radiales de Enrique Santos Discépolo (con su inefable Mordisquito) como nexo entre el pasado y el presente de la realidad política argentina.
Gustavo tiene 30 años y hace más de 14 que se dedica profesionalmente a la comedia. A lo largo de su carrera desarrolló un estilo muy particular de humor, lejos de los humoristas tradicionales.
Como si se tratase de un cronista, Gustavo Berger se muestra encantado con ser testigo, observar y contar lo que ve, reflejando con humor a través de sus monólogos, situaciones cotidianas por las que todos atravesamos.
Es autor de tres unipersonales: Cuento con humor (2002), Humor sólo (2004) y Pido la palabra (2009), los cuales representó en los más diversos espacios a lo largo y ancho del país, con excelentes críticas.
En 2010 realizó su primera incursión en el monólogo político, siendo uno de los fundadores del dúo Los muchachos humoristas, grupo con el cual a lo largo de dos años realizó una extensa gira por el país, recorriendo más de 20 mil kilómetros de rutas, de norte a sur y de este a oeste, con el apoyo del público e importantes personalidades de la cultura y la política.
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