Hoy se cumplen diez años del fallecimiento del gran artista Aldo Severi. Había nacido en la Boca un 26 de junio de 1928.
Muy pequeño se fue a vivir con su familia al entonces lejano y solitario pueblo de Florencio Varela, para instalarse definitivamente en Quilmes, donde dejó su impronta como pintor y docente.
Aldo egresó de de la Academia Nacional de las Artes Prilidiano Pueyrredón tras haber cumplido su ciclo en la escuela Manuel Belgrano y completado los estudios en la Escuela Superior Ernesto de la Cárcova.
En 1951 inició una intensa tarea docente como profesor en colegios, escuelas oficiales y privadas, siempre acompañándose de la pintura.
Fue ilustrador de cuentos y poesías del diario La Prensa, en el suplemento dominical.
Fue designado director de cultura de la Municipalidad de Quilmes en 1973, durante la gestión del intendente José Rivela y en 1980, ocupó la dirección del Museo Municipal de Artes Visuales.
Durante su dirección se produjo la primera gran apertura, convocando a todos los artistas plásticos de Quilmes y del país, realizándose muestras a todos los niveles y tendencias del arte, sumándose al patrimonio municipal más de 250 obras.
Falleció en la noche de un 23 de junio, hace una década, pero su impronta sigue marcando rumbos en la pintura quilmeña, argentina y mundial.
Muy pequeño se fue a vivir con su familia al entonces lejano y solitario pueblo de Florencio Varela, para instalarse definitivamente en Quilmes, donde dejó su impronta como pintor y docente.
Aldo egresó de de la Academia Nacional de las Artes Prilidiano Pueyrredón tras haber cumplido su ciclo en la escuela Manuel Belgrano y completado los estudios en la Escuela Superior Ernesto de la Cárcova.
En 1951 inició una intensa tarea docente como profesor en colegios, escuelas oficiales y privadas, siempre acompañándose de la pintura.
Fue ilustrador de cuentos y poesías del diario La Prensa, en el suplemento dominical.
Fue designado director de cultura de la Municipalidad de Quilmes en 1973, durante la gestión del intendente José Rivela y en 1980, ocupó la dirección del Museo Municipal de Artes Visuales.
Durante su dirección se produjo la primera gran apertura, convocando a todos los artistas plásticos de Quilmes y del país, realizándose muestras a todos los niveles y tendencias del arte, sumándose al patrimonio municipal más de 250 obras.
Falleció en la noche de un 23 de junio, hace una década, pero su impronta sigue marcando rumbos en la pintura quilmeña, argentina y mundial.
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