LA PECADORA

El sábado a las 21 en el Multicultural y Teatro Don Bosco, de Belgrano 280, Bernal, el grupo Crear Te presenta la obra de Adriana Genta "La pecadora", con las actuaciones de Daniela Cimer, Fernando Gorocito Soler, Eduardo Soto y Mónica Marcote. Dirección de Blanca Vigo.
La obra registra una etapa de la vida de la poetisa uruguaya Delmira Agustini, nacida en 1886 y fallecida en julio de 1914.
La pieza comienza en 1911 cuando Delmira, viviendo con su madre y a punto de casarse con Enrique Job Reyes, es visitada en su casa de Montevideo por el escritor y político argentino Manuel Ugarte, quien produce en ella una atracción amorosa que hace vibrar su compromiso. Le escribirá después del casamiento: "Usted hizo el tormento de mi noche de bodas y de mi absurda luna de miel".
Delmira produjo una obra poética caracterizada por el sensualismo y el erotismo, sin duda novedoso para la época, generando rechazos.
Su vida también trascurre en forma paralela a su labor literaria. Deja de ser la nena, como la llamaban los íntimos, para transformarse en una mujer apasionada. Y esa mujer-nena arrastra a los enamorados de ella, a Enrique, que de ser un desabrido rematador de feria se convierte en un furioso asesino que la inmola inmolándose, en una escena, que recordando a Otelo mata al amor en su mismo lecho, a su madre, abnegada y absorbente mujer que la guardará y ofrecerá como su propio tesoro sexual reprimido.

Pionera

Delmira fue una niña precoz, ya que componía versos desde los diez años. Además estudió francés, música y pintura.
Colaboró en la revista La Alborada, asimismo en Apolo, del poeta Manuel Pérez y Curis. Formó parte de la generación del 900 junto a Julio Herrera y Reissig, Leopoldo Lugones, Rubén Darío y Horacio Quiroga, al que consideraba su maestro. Darío llegó a compararla con Santa Teresa, diciendo de ella que era la única, desde la santa, en expresarse como mujer.
Su poesía expresó el erotismo femenino en una época altamente machista.
Eros, dios del amor, simbolizó el erotismo y la inspiración de los poemas de Delmira sobre los placeres de la carne.
Se casó con Enrique Job Reyes el 14 de agosto de 1913 pero por diversas desavenencias conyugales lo abandonó un mes y medio más tarde, divorciándose el 5 de junio de 1914. En julio de ese año fue asesinada por su ex esposo, quien después se suicidó.
La obra toma en cuenta este último período de su vida, su relación con Job Reyes  y lo que significó el político Manuel Ugarte en su vida, al punto de producir el cimbronazo en la noche de bodas y la luna de miel.

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