EL HIJO DE TATO

Alejandro Borensztein, el hijo del inolvidable Tato Bores, escribe una columna todos los domingos en la página 2 de Clarín.
En la de hoy, bajo el título Psicofísico para todos (y todas), se refiere a la carga del kirchnerismo contra el juez de la Corte Suprema, Carlos Fayt, por sus 97 años y por suponer que el magistrado no está en la totalidad de sus aptitudes psicofísicas para afrontar la responsabilidad de integrar el máximo tribunal de justicia de la Nación.
 Expresa Alejandro que según los científicos desde los 14 años de edad, las neuronas comienzan a morirse a un ritmo de tres millones y medio por año, y no se reemplazan jamás.
Hablando del doctor Fayt, con sus 97 años, sostiene que ya perdió nada menos que 290 millones de neuronas.
Así enlaza el comentario con las palabras del quilmeño Aníbal Fernández, jefe de gabinete, quien tiró toda la artillería sobre Fayt, afirmando que "el juez de la Corte podría estar incurriendo en mal desempeño como consecuencia de la posible disminución de su capacidad en virtud de su avanzada edad".
A Aníbal, por esa afirmación, lo califica de doctor en neurología, y también califica a otros referentes del kircherismo que batieron parches contra el juez. Cita entonces a "la neurobióloga" Juliana Di Tullio y al "neurocirujano" Carlos Kunkel.
Como réplica el autor de la nota habla de longevos exitosos, mencionando al gran arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, quien trabajó hasta los 102 años (murió a los 104) y al argentino Mario Roberto Alvarez, quien lo hizo hasta los 98. Y cita a su maestro y jefe Clorindo Testa, quien siguió en su estudio hasta los 91 años.
Se pregunta Borensztein, poniéndose una mano en el corazón quién tiene mejores neuronas, Fayt o Coqui Capitanich, y traslada la inquietud al lector.
 "Para tratar de humillar al juez, el gobierno ha pedido un examen psicofísico" sigue el artículo, y extiende la idea con la exclamación: !Qué tal si prende la idea!
Así, entonces, por qué  no hacerle un examen psicofísico al canciller Timerman o al ministro de Economía, Axel Kicillof, o al ex secretario de Comercio, Moreno.
"Tal vez descubramos que Boudou tiene todavía muchas neuronas, pero todas a nombre de Vanderfrula".
Y siguiendo con el psicofísico se podría descubrir el estado mental del que puso a un tal Santoro junto al candidato del Frente para la Victoria a la jefatura de la ciudad de Buenos Aires. Y aquí acompaña los twitts que ese señor Santoro mandó, todos denostando a Néstor y Cristina Kirchner y a otros funcionarios del gobierno.
Así, entonces la idea genial del kirchnerismo es buscar en la fórmula con Recalde a alguien que desde años insulta al gobierno. "Una idea genial del kirchnerismo porteño: salen a buscar el voto opositor porque con el voto oficialista les fue como el orto".
Tras señalar que lo importante no es el psicofísico de los que se van sino de los que vienen, Alejandro Borensztein propone: Si quieren pidamos un test para cada uno de los candidatos. Aún así, no estoy seguro de que los resultados sirvan para algo.
"Lilita Carrió también es candidata y anda diciendo que la Presidenta quiere llevarse puesta a la Corte, que quieren llenarla de jueces propios, que necesitan tapar sus negociados, que Aníbal es el capo de los narcos, que De Vido y los Kerner son socios y ladrones y, por si faltara algo, que a Nisman lo mandó a matar el gobierno".
Concluye el autor: "Mejor no hagamos psicofísicos. No sea cosa que descubramos que Lilita, de loca, no tiene nada".

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