DERROTA CERVECERA

No pudo ser. Una vez más Quilmes debió resignarse: perdió 2 a 1 con el líder, San Lorenzo de Almagro. Y curiosa paradoja del destino porque el equipo del Falcioni no mereció la derrota. Quizás haya jugado su mejor encuentro en la era Falcioni, y sin embargo se retiró con las manos vacías.
Abrió la cuenta Bieler, de penal y San Lorenzo lo dio vuelta con los goles de Villalba y de Benítez en contra.
Quilmes tuvo intenciones, armó situaciones y por momentos superó en juego al Azulgrana. Pero careció de una dosis de fortuna -antes de la apertura del marcador Bieler estrelló un balón en el travesaño, y el rebote no lo pudo capitalizar Canelo-y terminó pagando un precio.
Para este partido el técnico debió armar un equipo remendado, por el mal de ausencias de varios jugadores.
Ante la ausencia de un 5 -por las afecciones de Perez Godoy, Braña y Calello- improvisó con Alan Alegre, completando el medio con Matías Morales -de excelente actuación-, Nicolás Cabrera -otro que volvió en un alto nivel- y Droopy Gómez, quedando arriba Canelo y Bieler.
En el complemento ingresó Tito Ramírez por Scifo, pasando Alegre a ocupar la marca por la derecha. Posteriormente entraron Buonanotte y Pérez Guedes, saliendo Gómez y Cabrera.
Buscó el empate el Cervecero y siempre le faltó una pizca para concretar lo que merecía. 
En síntesis, dejó una buena impresión Quilmes, aunque parece que ni siquiera esta imagen va a servir para cambiar el destino de Falcioni, quien seguramente dejará el cargo después del partido del viernes con Argentinos Juniors en La Paternal.
Ahora bien, esto parece indicar que el Cervecero tendría que volver a perder para que esa crónica de algo anunciado se cumpla. Porque, si Quilmes le gana al Bicho, ¿será correcto seguir sin Falcioni? Y si el técnico se va, ¿quién vendrá para cambiar la suerte quilmeña, al menos en materia de resultados, léase los puntos que tanto necesita?
No hay que olvidar que tras Argentinos Juniors, el torneo se para en virtud de la disputa de la Copa América.
Un último párrafo para el árbitro Rapallini, que generó la bronca de los hinchas quilmeños. Falló bastante en contra de Quilmes, desde aquella amarilla que no le sacó a Ortigoza, por fuerte foul, hasta otras infracciones en las que pareció inclinarse por San Lorenzo.
Mauro dice que Rapallini comenzó a actuar de esa forma después de cobrar el penal que concretó Bieler.
Queda como saldo una cuota de esperanza, porque jugando así Quilmes seguramente va a poder sumar mucho más, y eso sí, es un buen principio, tanto para Falcioni como para el técnico que venga a ocupar su lugar.

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