Jorge Baliño se transformó en un "referí bombero", como se decía en otros tiempos cuando un árbitro perjudicaba con sus decisiones.
Quilmes se quedó con 10 hombres antes de los 10 minutos -fue expulsado Pérez Godoy por dos amarillas seguidas- y rápidamente Gimnasia se puso 2 a 0 -uno de los goles fue con posición adelantada previa-, pareciendo imposible que el Cervecero pudiese complicar la vida del Tripero.
Pero, Baliño, manteniendo su bajo nivel, le dio un penal increíble para Quilmes, por lo que el Cervecero pudo descontar con el infalible Bieler.
En el segundo tiempo Gimnasia aumento las cifras, de todas maneras Quilmes descontó, otra vez con Bieler, y con lo que pudo intentó el empate, que pudo haber logrado Carli con un cabezazo que hizo lucir al arquero tripero.
Ganó Gimnasia 3 a 2, y Quilmes se quedó lamentando por los errores de Baliño, que terminaron perjudicando a Quilmes.
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