USHUAIA


En Ushuaia se realizó el homenaje a los soldados de Malvinas, a 33 años de la recuperación de las islas. Presidió la ceremonia la presidente, Cristina Fernández de Kirchner, acompañada por la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos y militantes.
Lamentablemente, los militantes de la Cámpora silbaron el momento en que hablaba la gobernadora y la hicieron pasar un mal momento.
Luego habló la primera mandataria, quien se mostró algo errática -cuatro veces habló del 2 de julio, por el 2 de abril- y confundió alimento con hambre.
Llegó a decir que las bombas que reciben de los medios no oficiales son más letales que las que se tiraron en Malvinas, todo un despropósito.
Ojalá la presidente, en su próxima cadena nacional -ya lleva doce en lo que va del año- aparezca más proclive al consenso y al diálogo que a la confrontación. Resulta curioso que se la pase despotricando contra los que siembran cizaña o agitan tempestades, y ella desde el atril hace caso omiso a lo que dice predicar.

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