¿Por qué será que los gobiernos "eternos" terminan mal sus administraciones? El kirchnerismo lleva más de una década en el poder y la muerte del fiscal Nisman se transformó en un grano difícil de superar.
Lo de Capitanich ayer frente a la prensa fue un papelón -rompió una página de Clarín disconforme con un artículo, el tiempo demostró que lo que decía el periodista era verdad ¿y ahora de qué se disfraza Coqui?-, una nueva demostración de soberbia... de la mala. Hoy lo repitió con el cruce con Nicolás Wiñazky, quien le hizo saber su error y lo puso en evidencia... Capitanich se rajó...
Así las cosas el poder subyuga, y el poder absoluto subyuga absolutamente.
Hoy estamos a seis meses de las PASO y a ocho de las generales, y el país se debate en la necesidad de recuperar las instituciones de la República.
Los tres poderes son los pilares, y hoy el Ejecutivo sigue teniendo supremacía, sometiendo al Legislativo y pretendiendo imponer al Judicial.
De lo contrario, no se entendería por qué los jueces (Rafecas, Lijo) huyen antes de hacerse cargo de la causa Nisman. En una de esas están esperando una rápida definición de la Cámara.
Mientras seguimos asistiendo perplejos a una realidad que nos mueve y conmueve.
La presidenta, que fue la acusada por el fiscal, hoy muerto, está en China, el vicepresidente y presidente a cargo del Ejecutivo está ausente -parece que la consigna es que no aparezca públicamente- y las definiciones pasan ... por Capitanich, y sus desplantes, y Aníbal Fernández y sus explicaciones para todo consumidor. "Detrás de todo está está Stiusso" dijo sin ponerse colorado, cuando Stiusso llevó su lugar en la central de inteligencia desde antes de los Kirchner y prácticamente atravesó toda la década K, hasta que fue echado a fines del año pasado.
La jefa de los fiscales también pisa el palito y comete el papelón de desmentir a la fiscal Fein, quien seguramente en el umbral de su carrera judicial nunca pensó que debería pasar por la tremenda prueba que está cursando.
Enero no fue tranquilo, bajo ningún punto de vista, por más que la presidenta se ataje con la multitud que salió de vacaciones e inundó la costa y los lugares turísticos.
La oposición se mueve en un mar de incertidumbres y se arman alianzas impensadas hasta hace poco como la de Macri con Lilita Carrió (!las cosas que dijo Carrió del jefe de la Ciudad...! y ahora son socios para la aventura electoral).
Sergio Massa presenta su gabinete en las sombras, liderado por Roberto Lavagna, y busca alianzas.
Daniel Scioli no es querido por el Mundo K y sin embargo sigue fiel a CFK (en uno de los programas de Intratables los pibes K mostraron su hilacha, definiendo que Scioli no era kirchnerista. ¿Qué pasa si finalmente CFK se inclina por DOS como su candidato?)
En abril ya habrá elecciones en el país, porque en muchas provincias los comicios se adelantan. Habrá muchísima información para el periodismo. Y el periodismo tendrá que ser militante, sí, pero de la verdad.
¿Dónde habrá quedado aquella definición de Verbitzky en la era Menem de un "mundo sin periodistas"?¿Avalará el titular del CELS las actitudes del jefe de gabinete o los dislates de Gils Carbó?
En fin, bienvenidos a la Argentina 2015, un año movido por doquier y donde habrá que defender la democracia con el único remedio posible, más democracia, y donde habrá que poner en el tapete la definición de Voltaire sobre la grieta K: "No pensamos igual pero daría mi vida porque puedas expresar tus ideas libremente".
Lo de Capitanich ayer frente a la prensa fue un papelón -rompió una página de Clarín disconforme con un artículo, el tiempo demostró que lo que decía el periodista era verdad ¿y ahora de qué se disfraza Coqui?-, una nueva demostración de soberbia... de la mala. Hoy lo repitió con el cruce con Nicolás Wiñazky, quien le hizo saber su error y lo puso en evidencia... Capitanich se rajó...
Así las cosas el poder subyuga, y el poder absoluto subyuga absolutamente.
Hoy estamos a seis meses de las PASO y a ocho de las generales, y el país se debate en la necesidad de recuperar las instituciones de la República.
Los tres poderes son los pilares, y hoy el Ejecutivo sigue teniendo supremacía, sometiendo al Legislativo y pretendiendo imponer al Judicial.
De lo contrario, no se entendería por qué los jueces (Rafecas, Lijo) huyen antes de hacerse cargo de la causa Nisman. En una de esas están esperando una rápida definición de la Cámara.
Mientras seguimos asistiendo perplejos a una realidad que nos mueve y conmueve.
La presidenta, que fue la acusada por el fiscal, hoy muerto, está en China, el vicepresidente y presidente a cargo del Ejecutivo está ausente -parece que la consigna es que no aparezca públicamente- y las definiciones pasan ... por Capitanich, y sus desplantes, y Aníbal Fernández y sus explicaciones para todo consumidor. "Detrás de todo está está Stiusso" dijo sin ponerse colorado, cuando Stiusso llevó su lugar en la central de inteligencia desde antes de los Kirchner y prácticamente atravesó toda la década K, hasta que fue echado a fines del año pasado.
La jefa de los fiscales también pisa el palito y comete el papelón de desmentir a la fiscal Fein, quien seguramente en el umbral de su carrera judicial nunca pensó que debería pasar por la tremenda prueba que está cursando.
Enero no fue tranquilo, bajo ningún punto de vista, por más que la presidenta se ataje con la multitud que salió de vacaciones e inundó la costa y los lugares turísticos.
La oposición se mueve en un mar de incertidumbres y se arman alianzas impensadas hasta hace poco como la de Macri con Lilita Carrió (!las cosas que dijo Carrió del jefe de la Ciudad...! y ahora son socios para la aventura electoral).
Sergio Massa presenta su gabinete en las sombras, liderado por Roberto Lavagna, y busca alianzas.
Daniel Scioli no es querido por el Mundo K y sin embargo sigue fiel a CFK (en uno de los programas de Intratables los pibes K mostraron su hilacha, definiendo que Scioli no era kirchnerista. ¿Qué pasa si finalmente CFK se inclina por DOS como su candidato?)
En abril ya habrá elecciones en el país, porque en muchas provincias los comicios se adelantan. Habrá muchísima información para el periodismo. Y el periodismo tendrá que ser militante, sí, pero de la verdad.
¿Dónde habrá quedado aquella definición de Verbitzky en la era Menem de un "mundo sin periodistas"?¿Avalará el titular del CELS las actitudes del jefe de gabinete o los dislates de Gils Carbó?
En fin, bienvenidos a la Argentina 2015, un año movido por doquier y donde habrá que defender la democracia con el único remedio posible, más democracia, y donde habrá que poner en el tapete la definición de Voltaire sobre la grieta K: "No pensamos igual pero daría mi vida porque puedas expresar tus ideas libremente".
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