En estos tiempos en que el periodismo sufre las consecuencias de un gobierno que parece no entender lo que significa, bien vale reproducir el editorial de Alfredo Leuco, conductor del programa Le doy mi palabra por Radio Mitre, al cumplir el programa su primer año en el aire.
Así decía Leuco: "Hoy cumplimos un año desde que llegamos a Radio Mitre con este programa que tanto amamos. Aquel día fundacional yo dije exactamente esto: Esta es mi declaración jurada, mi compromiso con todos los oyentes de Radio Mitre. Creo profundamente en la libertad. Como ciudadano estoy convencido que sin libertad no hay sociedad democrática y como periodista reconozco que es nuestro principal insumo.
"Los periodistas tenemos a la búsqueda de la libertad como motor que todo lo mueve y a la ética profesional como soporte. Con libertad es posible hacer un periodismo bueno, malo o regular pero sin libertad sólo es posible hacer propaganda y la publicidad es una actividad lícita pero no es periodismo. Para hablar bien de los funcionarios están los jefes de prensa, las gacetillas y los chupamedias del paraperiodismo de estado que pagamos todos los argentinos.
"La mirada del periodista debe ser siempre crítica. Ese es el ADN de nuestro maravilloso oficio y ese es mi primer compromiso. Defender la libertad aunque vengan degollando y ser la piedra en el zapato de todos los poderosos, de todos los gobiernos y de todas las empresas. Decía Albert Camus que el periodista debe ser fiscal del poder y abogado del hombre común. Ese es mi compromiso en mi primer día de trabajo, en esta selección nacional de periodistas llamada Radio Mitre. Ya lo dice su eslogan: más periodismo, más periodistas.
"Por supuesto que no le puedo garantizar la perfección. Los periodistas somos humanos y nos equivocamos como cualquiera. Sí le puedo garantizar honestidad intelectual. No mentir ni tergiversar jamás los datos en forma intencionada. No cobrar ni pagar jamás una nota y no permitir que me baje línea nadie. Sólo me siento deudor de los oyentes. Sólo le rindo cuentas al que me escucha, al que me respeta y al que respeto.
"Son momentos muy especiales para hacer periodismo. Vivimos tiempos de cólera, fomentados por un gobierno kirchneristas que hizo todo lo posible para producir la fractura expuesta de la sociedad. Eso que Jorge Lanata llama "la grieta" y que diseminó el odio por las venas abiertas de la Argentina.
"Desde 1983 nunca hubo un ataque tan planificado contra la libertad de prensa y contra los periodistas independientes. Los Kirchner montaron una maquinaria estatal para controlar todo y para que nadie los controle a ellos. Son intolerantes y autoritarios. Desprecian la pluralidad de voces. Le temen a la libertad
de expresión y por eso construyeron un amigopolio de medios de alcahuetes que funcionan con el único combustible que ellos conocen: el dinero.
"Yo me comprometo a intentar desarticular todo ese entramado de mentiras, llamado relato. A utilizar un lenguaje descarnado y sencillo para pegarle donde duela y llegar a la mayor cantidad de gente posible. Soy periodista y defiendo valores y verdades. No defiendo camisetas partidarias ni a funcionarios. Defiendo la democracia en su máxima expresión, con inclusión social, desarrollo productivo y sentido común. Con una educación que iguale las oportunidades, con la vigencia de todos los derechos humanos para todos y no sólo para algunos, y con el sueño colectivo de vivir en paz con nuestros semejantes, sin violencia que nos mate por las calles y con la convivencia necesaria para que podamos dialogar entre todas las personas de buena voluntad.
"En dos palabras: desde estos micrófonos voy a intentar contarle todo lo que pasa con la mayor rigurosidad informativa posible y voy a hacer todo lo que me dé el cuero para extirpar el odio y defender la libertad.
Es mi granito de arena para construir el país que queremos para nuestros hijos. Es mi compromiso profesional y ciudadano. Es mi declaración jurada.
"Esa era mi promesa hace un año. Sólo los oyentes pueden decir si cumplí con mi juramento y estoy a la altura de las circunstancias. Si es así espero que renueven este contrato de adhesión y de afecto que nos une. Y si no es así, bueno, que Dios y la patria me lo demanden. Le doy mi palabra".
Una proclama de un periodista, a la que vale la pena adherir porque esencialmente contiene el rol del periodista en esta sociedad argentina.
Así decía Leuco: "Hoy cumplimos un año desde que llegamos a Radio Mitre con este programa que tanto amamos. Aquel día fundacional yo dije exactamente esto: Esta es mi declaración jurada, mi compromiso con todos los oyentes de Radio Mitre. Creo profundamente en la libertad. Como ciudadano estoy convencido que sin libertad no hay sociedad democrática y como periodista reconozco que es nuestro principal insumo.
"Los periodistas tenemos a la búsqueda de la libertad como motor que todo lo mueve y a la ética profesional como soporte. Con libertad es posible hacer un periodismo bueno, malo o regular pero sin libertad sólo es posible hacer propaganda y la publicidad es una actividad lícita pero no es periodismo. Para hablar bien de los funcionarios están los jefes de prensa, las gacetillas y los chupamedias del paraperiodismo de estado que pagamos todos los argentinos.
"La mirada del periodista debe ser siempre crítica. Ese es el ADN de nuestro maravilloso oficio y ese es mi primer compromiso. Defender la libertad aunque vengan degollando y ser la piedra en el zapato de todos los poderosos, de todos los gobiernos y de todas las empresas. Decía Albert Camus que el periodista debe ser fiscal del poder y abogado del hombre común. Ese es mi compromiso en mi primer día de trabajo, en esta selección nacional de periodistas llamada Radio Mitre. Ya lo dice su eslogan: más periodismo, más periodistas.
"Por supuesto que no le puedo garantizar la perfección. Los periodistas somos humanos y nos equivocamos como cualquiera. Sí le puedo garantizar honestidad intelectual. No mentir ni tergiversar jamás los datos en forma intencionada. No cobrar ni pagar jamás una nota y no permitir que me baje línea nadie. Sólo me siento deudor de los oyentes. Sólo le rindo cuentas al que me escucha, al que me respeta y al que respeto.
"Son momentos muy especiales para hacer periodismo. Vivimos tiempos de cólera, fomentados por un gobierno kirchneristas que hizo todo lo posible para producir la fractura expuesta de la sociedad. Eso que Jorge Lanata llama "la grieta" y que diseminó el odio por las venas abiertas de la Argentina.
"Desde 1983 nunca hubo un ataque tan planificado contra la libertad de prensa y contra los periodistas independientes. Los Kirchner montaron una maquinaria estatal para controlar todo y para que nadie los controle a ellos. Son intolerantes y autoritarios. Desprecian la pluralidad de voces. Le temen a la libertad
de expresión y por eso construyeron un amigopolio de medios de alcahuetes que funcionan con el único combustible que ellos conocen: el dinero.
"Yo me comprometo a intentar desarticular todo ese entramado de mentiras, llamado relato. A utilizar un lenguaje descarnado y sencillo para pegarle donde duela y llegar a la mayor cantidad de gente posible. Soy periodista y defiendo valores y verdades. No defiendo camisetas partidarias ni a funcionarios. Defiendo la democracia en su máxima expresión, con inclusión social, desarrollo productivo y sentido común. Con una educación que iguale las oportunidades, con la vigencia de todos los derechos humanos para todos y no sólo para algunos, y con el sueño colectivo de vivir en paz con nuestros semejantes, sin violencia que nos mate por las calles y con la convivencia necesaria para que podamos dialogar entre todas las personas de buena voluntad.
"En dos palabras: desde estos micrófonos voy a intentar contarle todo lo que pasa con la mayor rigurosidad informativa posible y voy a hacer todo lo que me dé el cuero para extirpar el odio y defender la libertad.
Es mi granito de arena para construir el país que queremos para nuestros hijos. Es mi compromiso profesional y ciudadano. Es mi declaración jurada.
"Esa era mi promesa hace un año. Sólo los oyentes pueden decir si cumplí con mi juramento y estoy a la altura de las circunstancias. Si es así espero que renueven este contrato de adhesión y de afecto que nos une. Y si no es así, bueno, que Dios y la patria me lo demanden. Le doy mi palabra".
Una proclama de un periodista, a la que vale la pena adherir porque esencialmente contiene el rol del periodista en esta sociedad argentina.
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