Acaba de cumplir años el boxeador Sergio Maravilla Martínez. Ayer precisamente llegó a los 40, etapa que lo encuentra más dedicado al mundo del espectáculo, arremetiendo con el stand up.
Sin duda su vida y su carrera son motivo para llenar de emoción, humor, anécdotas el hecho de pararse frente al público para contar cosas.
Nació en Avellaneda pero toda su infancia y juventud la pasó en Quilmes. Allí empezó su carrera boxística con los Paniagua, sus tíos.
Como en la Argentina no encontraba posibilidades, se lanzó a la aventura boxística en el Viejo Mundo. Debió pagar un alto precio para ir creciendo en el mundo del deporte de los puños. Y llegó, a tal punto que se consagró mundialmente como uno de los mejores medianos de este tiempo.
Su última pelea, lamentablemente, fue una amarga derrota, que no empaña todo el esfuerzo que hizo para llegar a mover y conmover a los argentinos. Tal vez llegó de grande. Sin embargo siempre impresionó por su capacidad para darse cuenta del mundo en el que se había metido.
Por último, vale mencionar que el mote Maravilla se lo puso Luis Blancou, un periodista de boxeo y jurado, quien siempre destacó las condiciones de Sergio.
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