REYES

La magia de los Reyes. Durante siglos este día se asoció a aquellos hombres de Oriente que fueron a llevar regalos al niño Jesús, recién nacido.
Oro, incienso, mirra, se dijo que le llevaron al niño Dios.
Desde la Iglesia Católica y de la religión se ligó este tema a un día para alegrar a los chicos, transformando a los mayores en reyes por un día.
Más allá de los simbolismos, la celebración del 6 de enero sirve para reflexionar.
Es la puerta del año, en este caso un año que se las trae, porque hay elecciones, se termina un ciclo de más de una década en el poder, que tiene sus pro y sus contra, pero que produce cosquilleo porque es sabido que el poder subyuga y es difícil de dejar. Sin embargo, alguna vez hay que dar un paso al costado y esperar por si se quiere una nueva oportunidad.
La eternización en el poder termina por diezmar las fuerzas de un país. La Argentina lo sufre más que nunca, sobre todo cuando los funcionarios actúan como si fueran dueños, y en realidad, son representantes elegidos por el pueblo.
Ojalá sepan entenderlo, y de una vez por todas la adolescente democracia argentina haga entender a los que mandan que en realidad recibieron el poder... prestado del pueblo.
Los reyes Magos deben traer en sus alforjas algo de esto para que el 2015 sea un año inolvidable.

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