Hay mucha gente en Mar del Plata, de eso no quedan dudas, de todas maneras vale la apreciación que esta mañana dijo el dirigente agrario Enrique Santos, del Chaco, indignado por expresiones de anoche del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, en la cena con Mirtha Legrand, desde el Costa Galana.
Porque Scioli sostuvo que el amperímetro lo mide Mar del Plata con la multitud que está, que consume, etcétera, y se mostró indignado el dirigente chaqueño al señalar los déficit que tiene el país y el gobierno en muchos rubros. Explicó que no entendía al candidato a presidente con esa definición, ya que a su entender debe ver el país y fundamentalmente regiones con el Chaco, que sufren las consecuencias de la política económica del gobierno.
Santos sostuvo que los dirigentes del campo tendrían que comenzar a pergeñar medidas para hacerse oír, para que sean tenidos en cuenta.
Habló, no podía ser de otra manera, del chiquito qom muerto por desnutrición y tuberculosis, precisamente en el Chaco, la provincia del jefe de gabinete, Capitanich, y sin querer subirse al dolor de una noticia tan tremenda afirmó que en la Argentina de los alimentos no puede morirse ningún pibe de desnutrición y menos de tuberculosis, que debió ser desterrada hace dos décadas.
Así las cosas, Mar del Plata es una muestra de uno de los países que desde hace años vive la Argentina, el país del turismo, del consumo, de gente que la pasa bien, incluso aquellos que hoy prefirieron veranear en la costa en lugar de salir del país, por razones económicas.
Pero está la otra cara de la Argentina, esa que parece haberse agrietado con la famosa década ganada, con chicos que no trabajan ni estudian, con planes sociales, subsidios por doquier... Santos habló de las generaciones de chaqueños que nunca trabajaron por el tema planes o subsidios.
En fin, este es un año electoral, y si bien enero es un mes de transición, desde febrero seguramente se pondrá en marcha la máquina.
Eso no quita que sigan moviéndose el país, precisamente con la justicia como epicentro, porque la designación de fiscales de Gils Carbó y el amparo presentado por el abogado, diputado, mediático D`Alessandro ha podido congelar las cosas y poner sobre el tapete la voluntad del Ejecutivo de gambetear procesos judiciales porque se sabe que después del 10 de diciembre pueden pasar muchas cosas, con otro gobierno, sea del mismo signo o de otro.
Incluso, la gran posibilidad de Scioli presidente también genera controversias, porque al gobernador lo mataron por ir al Espacio Clarín de Mar del Plata y seguramente se repetirán las críticas después de cenar anoche por televisión con la eterna Mirtha.
Mar del Plata está feliz por el lugar que ocupa en el turismo nacional y en la consideración argentina, ahora también con un club en primera como Aldosivi, de todas formas detrás de esa cara de felicidad hay muecas y realidades. Anoche, un tradicional comedero del puerto, Chichilo, mostraba ese rostro, con precios salados y pocos consumidores, por lo menos en relación a los miles de turistas que se acercaron a La Feliz.
Porque Scioli sostuvo que el amperímetro lo mide Mar del Plata con la multitud que está, que consume, etcétera, y se mostró indignado el dirigente chaqueño al señalar los déficit que tiene el país y el gobierno en muchos rubros. Explicó que no entendía al candidato a presidente con esa definición, ya que a su entender debe ver el país y fundamentalmente regiones con el Chaco, que sufren las consecuencias de la política económica del gobierno.
Santos sostuvo que los dirigentes del campo tendrían que comenzar a pergeñar medidas para hacerse oír, para que sean tenidos en cuenta.
Habló, no podía ser de otra manera, del chiquito qom muerto por desnutrición y tuberculosis, precisamente en el Chaco, la provincia del jefe de gabinete, Capitanich, y sin querer subirse al dolor de una noticia tan tremenda afirmó que en la Argentina de los alimentos no puede morirse ningún pibe de desnutrición y menos de tuberculosis, que debió ser desterrada hace dos décadas.
Así las cosas, Mar del Plata es una muestra de uno de los países que desde hace años vive la Argentina, el país del turismo, del consumo, de gente que la pasa bien, incluso aquellos que hoy prefirieron veranear en la costa en lugar de salir del país, por razones económicas.
Pero está la otra cara de la Argentina, esa que parece haberse agrietado con la famosa década ganada, con chicos que no trabajan ni estudian, con planes sociales, subsidios por doquier... Santos habló de las generaciones de chaqueños que nunca trabajaron por el tema planes o subsidios.
En fin, este es un año electoral, y si bien enero es un mes de transición, desde febrero seguramente se pondrá en marcha la máquina.
Eso no quita que sigan moviéndose el país, precisamente con la justicia como epicentro, porque la designación de fiscales de Gils Carbó y el amparo presentado por el abogado, diputado, mediático D`Alessandro ha podido congelar las cosas y poner sobre el tapete la voluntad del Ejecutivo de gambetear procesos judiciales porque se sabe que después del 10 de diciembre pueden pasar muchas cosas, con otro gobierno, sea del mismo signo o de otro.
Incluso, la gran posibilidad de Scioli presidente también genera controversias, porque al gobernador lo mataron por ir al Espacio Clarín de Mar del Plata y seguramente se repetirán las críticas después de cenar anoche por televisión con la eterna Mirtha.
Mar del Plata está feliz por el lugar que ocupa en el turismo nacional y en la consideración argentina, ahora también con un club en primera como Aldosivi, de todas formas detrás de esa cara de felicidad hay muecas y realidades. Anoche, un tradicional comedero del puerto, Chichilo, mostraba ese rostro, con precios salados y pocos consumidores, por lo menos en relación a los miles de turistas que se acercaron a La Feliz.
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