Como todos los años el padre Pablo Laguna Llano (Palalla) envió desde Bilbao, España, su mensaje con vistas a las próximas fiestas de fin de año y Año Nuevo.
"Queridos amigos, hermanas y hermanos. Paz. Es nuestra tarea en el construir un futuro más digno, donde el valor central sea la dignidad de todo ser humano.
"Bajo la sombra aparente de "democracia" continuamos actualmente inmersos en la total dictadura del mundo económico. Los mercados, las agencias de calificación, el FMI, el BCE, etcétera, deciden e imponen a los gobiernos de turno cómo actuar. Por ello, sigue vigente aquéllo de que hay que salvar a la banca, al dinero. El dolor y el sufrimiento humano, que esperen. Esta es la grandeza de nuestra sociedad, que tiene que salvar al mundo financiero pagando el rescate y con su solidaridad compartiendo, alivia el dolor del mundo.
"Con la crisis, el sector que acumula la mayor parte de la riqueza ha aumentado un 25 por ciento en España. Crisis, para quién? Cuando un sector engorda, otro enflaquece. Y lo que es peor, revientan noticias de indemnizaciones millonarias para los malos gestores de entidades bancarias rescatadas, pensiones elevadísimas y uso de tarjetas opacas para cualquier gasto. Es tremendo. Con el dinero del rescate que lo paga la población han seguido robando y enriqueciéndose bastardamente.
"Y qué decir de la crisis del Ebola? Era un problema de los otros, donde ciertamente lo mejor de nuestra sociedad ha viajado a esos países para acompañarlos, servirlos y humanizarlos. Pero, en cuanto ha llegado a países del primer mundo, cuánta protesta, pidiendo responsabilidades, cuánto miedo, cuánta indignación. Ahora sí nos preocupamos. Hay que cambiar el corazón instalado por un corazón de carne. Ahora sí parece que hay voluntad política de ayudar a esos países.
"Pero el problema también podemos ser nosotros. Cada uno de nosotros, cuando en nuestras relaciones contractuales pagamos salarios de miseria, aprovechándose de la necesidad del otro, contratos temporales, etcétera, el problema central de los grandes centros de poder -el hombre económico frente al hombre humano- es qué significa el otro? Todo trabajador del índole que sea, ¿qué es? Algo que me sirve, que utilizo, que lo aprovecho y el día que no es rentable fuera? El otro, todo otro, cualquier otro es un ser humano, un alguien, no algo ni una cosa. Es una persona que reconozco, valoro y posee la común dignidad.
"Que en este tiempo navideño, donde celebramos al Niño de Belén, Dios con nosotros y no contra nosotros, nos hagamos la pregunta vital: ¿Yo, en qué estoy? ¿Qué es el otro, todo otro para mí? Y de ahí iremos logrando una Noche Buena continuada todo el año y no sólo en una fecha 24/25 de diciembre, muy emotiva, consumista, de mucho color y burbujas de champán.
"Que el nuevo año 2015 nos abra a la conciencia-compromiso de que tenemos que unirnos, organizarnos para defendernos en paz, no con violencia, de la violencia estructural de la dictadura del neoliberalismo económico, salvaje, que padecemos.
"Que vuestros hogares siempre sean un entorno humano de gratuidad, donde erradiquemos la competitividad, el utilitarismo y la pregunta que nos destruye: ¿PARA QUE ME SIRVE EL OTRO?
"Un abrazo fraterno".
"Queridos amigos, hermanas y hermanos. Paz. Es nuestra tarea en el construir un futuro más digno, donde el valor central sea la dignidad de todo ser humano.
"Bajo la sombra aparente de "democracia" continuamos actualmente inmersos en la total dictadura del mundo económico. Los mercados, las agencias de calificación, el FMI, el BCE, etcétera, deciden e imponen a los gobiernos de turno cómo actuar. Por ello, sigue vigente aquéllo de que hay que salvar a la banca, al dinero. El dolor y el sufrimiento humano, que esperen. Esta es la grandeza de nuestra sociedad, que tiene que salvar al mundo financiero pagando el rescate y con su solidaridad compartiendo, alivia el dolor del mundo.
"Con la crisis, el sector que acumula la mayor parte de la riqueza ha aumentado un 25 por ciento en España. Crisis, para quién? Cuando un sector engorda, otro enflaquece. Y lo que es peor, revientan noticias de indemnizaciones millonarias para los malos gestores de entidades bancarias rescatadas, pensiones elevadísimas y uso de tarjetas opacas para cualquier gasto. Es tremendo. Con el dinero del rescate que lo paga la población han seguido robando y enriqueciéndose bastardamente.
"Y qué decir de la crisis del Ebola? Era un problema de los otros, donde ciertamente lo mejor de nuestra sociedad ha viajado a esos países para acompañarlos, servirlos y humanizarlos. Pero, en cuanto ha llegado a países del primer mundo, cuánta protesta, pidiendo responsabilidades, cuánto miedo, cuánta indignación. Ahora sí nos preocupamos. Hay que cambiar el corazón instalado por un corazón de carne. Ahora sí parece que hay voluntad política de ayudar a esos países.
"Pero el problema también podemos ser nosotros. Cada uno de nosotros, cuando en nuestras relaciones contractuales pagamos salarios de miseria, aprovechándose de la necesidad del otro, contratos temporales, etcétera, el problema central de los grandes centros de poder -el hombre económico frente al hombre humano- es qué significa el otro? Todo trabajador del índole que sea, ¿qué es? Algo que me sirve, que utilizo, que lo aprovecho y el día que no es rentable fuera? El otro, todo otro, cualquier otro es un ser humano, un alguien, no algo ni una cosa. Es una persona que reconozco, valoro y posee la común dignidad.
"Que en este tiempo navideño, donde celebramos al Niño de Belén, Dios con nosotros y no contra nosotros, nos hagamos la pregunta vital: ¿Yo, en qué estoy? ¿Qué es el otro, todo otro para mí? Y de ahí iremos logrando una Noche Buena continuada todo el año y no sólo en una fecha 24/25 de diciembre, muy emotiva, consumista, de mucho color y burbujas de champán.
"Que el nuevo año 2015 nos abra a la conciencia-compromiso de que tenemos que unirnos, organizarnos para defendernos en paz, no con violencia, de la violencia estructural de la dictadura del neoliberalismo económico, salvaje, que padecemos.
"Que vuestros hogares siempre sean un entorno humano de gratuidad, donde erradiquemos la competitividad, el utilitarismo y la pregunta que nos destruye: ¿PARA QUE ME SIRVE EL OTRO?
"Un abrazo fraterno".
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