Según publica Roberto Carrigall en El mástil digital en el encuentro de los miércoles del Papa con el público, recibió un presente quilmeño: nada menos que los alfajores Capitán del Espacio, ese manjar que se fabrica en la ciudad, allí sobre la calle República del Líbano y Gran Canaria.
Alguna vez Chiche Gelblung, en su sitio Minuto Uno de la web, descubrió los famosos alfajores y estuvo indagando sobre la historia y su especial característica, ya que el fundador de la fábrica nunca quiso comercializarlos como marketing y simplemente se limitó al boca a boca. Son tan ricos que se venden solos.
Ese descubrimiento de Chiche se vio reflejado en muchos mails de quienes destacaban al producto y muchos, que ya no viviendo en Quilmes, se acordaban de su infancia, de su vida escolar u otro motivo que los llevaba a subrayar la calidad de los alfajores.
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