EL DIA DESPUES

Mañana, de 9 a 9.30, vuelve Quilmes a las prácticas pensando en el partido del próximo viernes en Arenales y Peña con Bánfield.
Todavía quedan los ecos de la caída de anoche en el Centenario, con el gol de Bou, de tiro libre, sobre el final, que venció la resistencia del arquero Benítez, de gran actuación en todo el partido.
Lamentablemente el Cervecero volvió a desaprovechar su oportunidad -sobre el final del primer tiempo Martínez malogró un penal que contuvo Saja- y debió retirarse con las manos vacías, cuando había hecho méritos para justificar el empate ante un rival, que ahora está segundo a un punto de River, que esta tarde apenas empató con Olimpo en el Monumental.
Quilmes está pagando caro su actual momento institucional y económico, con un equipo austero y un presupuesto exiguo, en relación a los demás participantes del torneo, debiendo hacer malabares para enfrentar las deudas que tiene el club, lo que ha llevado al desesperado recurso de recurrir a un grupo inversor, que va a poner dinero a cambio de quedarse con porcentajes de futbolistas jóvenes.
Ayer Quilmes jugó en forma aceptable, sobre todo en el primer tiempo en el que fue más que el encumbrado Racing.
La Academia mejoró en el segundo tiempo y puso en aprietos a la defensa quilmeña, donde se destacó el arquero Benítez.
Quilmes llegó poco en esa etapa, de todas maneras malogró buenas situaciones.
Frente a un rival que pelea por el título -ahora más que nunca con el triunfazo de anoche y el pálido empate de River, teniendo en cuenta que el domingo se verán las caras en Avellaneda- el Decano hizo lo suyo, alternó buenas y malas, dejó muchas intenciones en el campo de juego, sin embargo volvió a caer en la falta de definición.
No se pueden comparar riqueza de planteles entre un Racing, que tiene por ejemplo a Diego Milito, con su jerarquía y al delantero Bou, que está pasando por un momento bárbaro, en este caso con el golazo de tiro libre que valió tres puntos.
Quilmes tiene jóvenes con voluntad junto a veteranos que aportan lo que pueden, aunque en este caso debió resignar en el segundo tiempo a Chirola Romero -aparentemente sufrió un desgarro- por lo que ingresó López, y luego se lesionó Carli -tanto él como Romero no van a poder estar en Bánfield- ingresando Lucas Suárez. El último cambio fue Klusener, aunque pareció haber entrado algo tarde, tal vez el técnico Quattrocchi estiró la modificación para que no fuera sorprendido como ocurrió en aquel partido en que se lesionó Braña.
Quattrocchi dijo tras el partido que se había hecho una buena perfomance, lamentablemente tuvieron que dejar los puntos con el tiro del final, cuando Quilmes no lo merecía. Pero esto es fútbol, y Rácing, tal vez enancado a la cuota de fortuna que acompaña a los candidatos, usufructuó su posibilidad.
Quedan tres fechas para el final -Quilmes tendrá dos encuentros de visitante, ante Bánfield y Gimnasia y cerrará en el Centenario con River, ahora habrá que ver qué ocurre con el Millonario, que parecía seguro campeón hasta hace unas fechas y ahora se encuentra acechado por Rácing, e incluso Lanús puede alcanzarlo si le gana mañana a Independiente, el propio rojo puede ponerse a tres puntos si vence a los granates- y el Cervecero, con toda su pobre campaña a cuestas, deberá buscar lograr la mayor cantidad de puntos posibles de esos nueve en juego. ¿Podrá?

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