Cuatro décadas después ha sido presentada remasterizada la película argentina La Mary, con Susana Gimenez y Carlos Monzón, junto a gran elenco.
La dirección fue de Daniel Tinayre, sobre un libro de Emilio Perina, que relata el apasionado romance de la Mary y el Cholo, con una pareja actoral que en su momento dio que hablar.
Vale recordar que en principio iba a ser el protagonista el actor italiano Terence Hill, pero pidió mucho dinero para su personaje (alrededor de 300 mil dólares) por lo que el director -el francés esposo de Mirtha Legrand- se decidió por el boxeador del momento, el campeón mundial Carlos Monzón.
Fue un acierto del realizador, porque la pareja provocó un shock mediático, ya que no sólo fueron pareja en el set sino en la vida real.
Susana estaba distanciada en esos momentos de su pareja, Héctor Caballero, y el romance con Monzón fue apasionado, fogoso, brutal, a tal punto que contaba el director que algunas escenas fuertes no podían ser cortadas, y los protagonistas se dejaban llevar por su propia vehemencia.
Fueron productores Ricardo Tomaszewsky -residente en Bánfield, con un hermano que ocupaba un lugar importante en la Cervecería Quilmes- y Ricardo Cervantes Luro, un reconocido locutor.
La dirección fue de Daniel Tinayre, sobre un libro de Emilio Perina, que relata el apasionado romance de la Mary y el Cholo, con una pareja actoral que en su momento dio que hablar.
Vale recordar que en principio iba a ser el protagonista el actor italiano Terence Hill, pero pidió mucho dinero para su personaje (alrededor de 300 mil dólares) por lo que el director -el francés esposo de Mirtha Legrand- se decidió por el boxeador del momento, el campeón mundial Carlos Monzón.
Fue un acierto del realizador, porque la pareja provocó un shock mediático, ya que no sólo fueron pareja en el set sino en la vida real.
Susana estaba distanciada en esos momentos de su pareja, Héctor Caballero, y el romance con Monzón fue apasionado, fogoso, brutal, a tal punto que contaba el director que algunas escenas fuertes no podían ser cortadas, y los protagonistas se dejaban llevar por su propia vehemencia.
Fueron productores Ricardo Tomaszewsky -residente en Bánfield, con un hermano que ocupaba un lugar importante en la Cervecería Quilmes- y Ricardo Cervantes Luro, un reconocido locutor.
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