QAC, PACIENCIA...


Se jugaron cinco fechas del torneo de primera división, y si bien Quilmes padece el último puesto en la tabla -compartido con San Lorenzo, aunque el Santo tiene pendiente su encuentro con Olimpo en el Nuevo Gasómetro- la realidad, que es la única verdad, determina que hay que armarse de paciencia para evaluar lo que puede dar este equipo.
El tema del ajuste, la austeridad en todos los órdenes y los números en rojo, obligaron a aplicar un presupuesto en fútbol, que es la mitad del anterior mensual, pasando de 3 millones a 1,5 millones.
Eso se traduce en incorporaciones de sueldos bajos, en relación a otros jugadores de otros planteles, y la importancia de apostar a los chicos de la cantera, que deberán tener rodaje para saber hasta dónde pueden dar.
En estas cinco fechas, Quilmes no ganó aún, empató tres y perdió dos. Los empates fueron 2 a 2 con Godoy Cruz, 1 a 1 con Defensa y 0 a 0 con Tigre. Perdió en Rosario con Central 3 a 1 y con San Lorenzo en Quilmes 3 a 0.
Tiene 4 goles a favor y 9 en contra, lo dice a las claras de la falta de gol y la vulnerabilidad defensiva, aunque en el partido reciente con Tigre en Victoria por primera vez mantuvo la valla invicta.
La próxima presentación será el lunes 8 de setiembre a las 20.30 ante Arsenal, que viene de ganarle a Bánfield 1 a 0 en Sarandí.
De estas primeras fechas, resulta notorio el mal de ausencias, sobre todo por lesiones, como son los casos del Chapu Braña -estaría para la fecha séptima con Independiente en Avellaneda-, Pitu González, el colombiano Montaño, el propio uruguayo Sebastián Martínez, quien recién pudo volver ante Tigre...
Junto a ello debe señalarse que el técnico, que realiza sus primeros pasos al frente de un plantel de fútbol profesional, está buscando el equipo, y en ese sentido, vale mencionar que del partido de la cuarta fecha con San Lorenzo, que fue derrota en casa, al de ayer en Victoria, Pablo Quattrocchi efectuó siete cambios.
Ha vuelto al primer equipo en el partido con San Lorenzo, Sebastián Romero, que no estuvo en la consideración en las primeras tres fechas, incluso ni siquiera iba al banco.
Desde mañana empieza la preparación para el encuentro con Arsenal, donde Quilmes irá por su primera victoria en el torneo.
Por ahora, se mira el promedio de reojo, sabiendo que en este torneo no hay descensos y que recién aparecen en el próximo, con 30 equipos y sólo dos sufrirán el pase a la categoría inferior (lo que presupone para estos equipos pésimas campañas, teniendo en cuenta la gran cantidad de participantes).
Quilmes deberá, vale repetirlo, armarse de paciencia. Tener en cuenta que se dispone de poco dinero y de vocación austera, por ello será cuestión de que el cuerpo técnico, los futbolistas, los directivos y los hinchas aunen esfuerzos para hacer frente a la realidad con pragmatismo.
El objetivo es armar un equipo, apuntando a permanecer en primera y echar las bases para que estos primeros pasos se conviertan con el tiempo en el sueño, tantas veces postergado, de echar raíces en la división superior para repetir modelos exitosos de otros clubes, que supieron ganar primero el campeonato económico y más tarde, el deportivo.
 Esto debe entenderse y debe ser el mensaje a dar, porque de lo contrario se volverá al karma de siempre, con el fantasma del descenso al acecho.

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