LLUVIA DE GOLES

El partido tuvo aristas cambiantes, y terminó con un resultado con una lluvia de goles. Independiente le ganó a Quilmes en Avellaneda 5 a 3 en un encuentro vibrante, que comenzó ganando el Cervecero con gol de Sarmiento, luego el Diablo lo dio vuelta, poniéndose 3 a 1, empató Quilmes en una ráfaga con los goles de Klusener, de penal y de Zacaría, cuando se jugaban 40 minutos del complemento.
Independiente terminó ganándolo en los minutos de descuento con otros dos goles.
Quilmes dejó sensaciones agridulces, por el esfuerzo para empatar tras ir perdiendo por dos tantos, y por el descuido de los minutos finales, que terminaron costándole un precio alto.
Quedaron muchas dudas flotando, por los errores del árbitro, las fallas defensivas Cerveceras, en una noche lamentable de Dulcich, Martínez -terminó siendo expulsado y habrá que esperar el informe del árbitro Echenique para saber cuántas fechas le tocan- y de Lucas Suárez, que cometió los dos penales que el arquero Rodríguez transformó en gol.
Para el espectador fue un partido vibrante, para el hincha de Quilmes una tremenda amargura final, porque parecía que podía festejar un punto, en una gran levantada, pero que concluyó en desazón por los descuidos del cierre del encuentro.
En todo caso, tratándose de un equipo en formación, con muchos jóvenes en su plantilla, el técnico Pablo Quattrocchi, quien apuntó también al árbitro, tendrá que corregir los errores, hacer los ensambles necesarios y apostar a los jugadores que mejor le respondan. Porque en la próxima se viene Lanús, un rival siempre complicado y después, nada menos que Boca en la Bombonera.

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