Por más que el jefe de gabinete de ministros, Jorge Capitanich, pretenda hacer creer a la población que el 75 por ciento de los argentinos hoy fueron a trabajar, la realidad, que es la única verdad, permite asegurar que se trató de un día especial, parecido a un domingo, con muchas actividades adheridas a la medida de fuerza, entre ellas, bancos, locales gastronómicos, tribunales, trenes, algunas líneas de subte, canillitas, etcétera.
En el caso de los colectivos, la UTA no adhirió al paro pero circularon menos unidades, incluso se palpó en los colectivos la ausencia de pasajeros que prefirieron quedarse en sus domicilios.
Una recorrida por el centro de Quilmes esta mañana permitió advertir que la adhesión al paro fue importante, incluso de los comercios, muchos de los cuales cerraron sus puertas, pese a que el sindicato de comercio no adhirió a la medida de fuerza.
En el habitual encuentro del jefe de gabinete con la prensa, ante una pregunta del colega Jorge Aziz, Capitanich respondió por qué no se convocó a Luis Barrionuevo y Hugo Moyano al encuentro del Consejo del Salario del próximo lunes. Mencionó que fueron citados los que integran dicho Consejo, y con ironía comentó que esos dirigentes sindicales se han cansado de tirarle improperios. Con mucho humor dijo que tanto Barrionuevo como Moyano utilizaron términos que los semejaban a Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, por supuesto haciendo salvedad de las distancias y poniendo el énfasis en las diferencias.
También afirmó Capitanich que el año próximo, en la lucha contra el narcotráfico, habrá un 90 por ciento de las redes comerciales radarizadas y reiteró que el tema de la inseguridad es responsabilidad de las provincias.
Todo hace suponer que como ocurre siempre desde el gobierno se mininizará el acatamiento al paro y desde las CGT opositoras se celebrará el éxito de la medida de fuerza. De todas maneras, la sensación es que hubo una importante adhesión o que muchos, más allá de su pensamiento, prefirieron quedarse en casa.
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