Hoy se cumplen 38 años del asesinato del obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli.
El prelado regresaba del Chamical, donde estaba investigando la muerte de los sacerdotes Murias y Longeville. Volvía en un vehículo y en Punta de los Llanos se produjo el cruce de otro vehículo, con el fallecimiento del obispo y las heridas de su acompañante, el padre Inestal.
Desde el gobierno militar, que en esos tiempos desataba una terrible dictadura en el país, se pretendió hacer aparecer la muerte como un accidente, arguyendo que había estallado un neumático.
No había sido así como el tiempo fue demostrando, a través de la investigación que se realizó.
Precisamente por el crimen fueron condenados a cadena perpetua los militares Luciano Menéndez y Fernando Estrella, fallo que dio a conocer el Tribunal Oral de La Rioja el pasado 4 de julio.
En ese juicio estuvo presente por especial pedido del papa Francisco el actual obispo de La Rioja, el quilmeño Marcelo Colombo (fue párroco de la catedral de Quilmes y cuando fue nombrado obispo, su primer destino fue la diócesis de Nueva Orán, en Salta).
Angelelli fue un obispo que se puso al frente de los más necesitados de la provincia de La Rioja, alentó la reforma agraria y se plantó contra el poder militar denunciando los atropellos de la dictadura. Eso terminó costándole la vida.
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