SIETE A UNO

Finalizó la goleada alemana sobre Brasil: 7 a 1, un resultado histórico y que movió y conmovió a propios y extraños. Nunca había pasado que un país anfitrión sufría una caída tan catastrófica en un mundial.
Esperemos que el dolor y la tristeza del resultado no se traduzca en incidentes.
La final tan deseada no será, podrá ser sólo por el tercer puesto el sábado si la Argentina pierde con Holanda mañana.
Todos los pronósticos se derrumbaron, sobre todo los seudo astrólogos que hablaban de una final Argentina-Brasil. Alemania, con todo su poderío futbolístico, desafió incluso a los astros o a los que se aprovechan de ellos.

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