PERPETUA

El Tribunal Federal de La Rioja, presidido por el doctor José Quiroga Uriburu, acaba de condenar a prisión perpetua al ex general Luciano Benjamín Menéndez y al ex comodoro, Luis Fernando Estrella, por el asesinato del obispo Enrique Angelelli, ocurrido el 4 de agosto de 1976, en Punta de los Llanos.
En esa oportunidad el prelado regresaba de Chamical y el automóvil en el que viajaba junto al sacerdote Pinto fue embestido por otro, a raíz de lo cual el sacerdote quedó herido y el obispo despedido del vehículo. Según las investigaciones posteriormente fue rematado por quienes viajaban en el otro vehículo.
El general Menéndez era jefe del III Cuerpo del Ejército, con asiento en Córdoba, en ese tiempo y fue el ideólogo del asesinato, mientras que Estrella era subjefe de la base de Chamica, y el que ejecutó la instrucción.
Monseñor Angelelli era obispo de La Rioja y desde su púlpito se había convertido en la voz de los sin voz, generando preocupación en la dictadura militar que programó el asesinato.
En esos momentos Angelelli investigaba las sospechosas muertes de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longeville, y regresaba de Chamical cuando se produjo el episodio en la ruta 38, en Punta de los Llanos.
El gobierno militar de ese entonces hizo aparecer la muerte del obispo como un accidente. Sin embargo, investigaciones realizadas años más tarde demostraron que Angelelli molestaba y por eso se planificó el asesinato.
Los condenados deberán cumplir la pena en la cárcel de Bouwer, en la capital cordobesa, porque la sentencia decidió revocar la prisión domiciliaria que pesaba sobre ambos, a raíz de otros delitos cometidos durante la dictadura militar.
En el recinto del tribunal de La Rioja se encontraba el obispo actual,  monseñor Marcelo Colombo, un abogado quilmeño que en su momento fue párroco de la catedral y quien en su momento fue designado obispo de Nueva Orán en Salta, para pasar más tarde a ser obispo de La Rioja.
En esa calidad, el propio papa Francisco se comunicó con monseñor Colombo para pedirle que siguiera de cerca este juicio a los militares acusados del asesinato de monseñor Angelelli, por lo que el prelado siguió de cerca la sustanciación del juicio y hoy, la lectura de la sentencia, que fue aplaudida por los concurrentes.

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