NOVAK

El 9 de julio se cumplen 13 años del fallecimiento de monseñor Jorge Novak, primer obispo de la diócesis de Quilmes. Por eso se hará memoria agradecida por su vida y su ministerio. La celebración será en la catedral de Quilmes Inmaculada Concepción, Rivadavia 365, a las 11 bajo el lema Misionero de la alegría del Evangelio y presidirá el actual obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera.
Se ha invitado a la comunidad a participar de esta celebración diocesana.
El obispo Jorge Novak era hijo de Jorge Nova de Christina Prediger. Había nacido el 4 de marzo de 1928 en San Miguel Arcángel, un pequeño centro rural bonaerense, en el seno de una familia descendiente de alemanes del Volga.
El 1 de marzo de 1953 realizó su profesión perpetua en la Congregación del Verbo Divino. Casi un año después, el 10 de enero de 1954 fue ordenado sacerdote de esta compañía religiosa en Bahía Blanca.
Cursó estudios superiores en la Universidad Gregoriana de Roma, y obtuvo el doctorado en Historia de la Iglesia. En la Congregación del Verbo Divino fue prefecto de estudiantes de teología, rector del seminario, consejero provincial y desde 1972 superior provincial. En 1976 fue elegido presidente de la Conferencia Argentina de Religiosos.
El 7 de agosto de 1976 el Papa Pablo VI lo nombró obispo de Quilmes, diócesis creada por la bula Ut  Spiritualis: Christifidelium utilitati del mismo Papa.
Fue consagrado obispo en la Iglesia Catedral de Quilmes el 19 de setiembre de ese año, tomando posesión el mismo día. La celebración fue presidida por el Nuncio Apostólico, cardenal Pío Laghi, siendo obispos consagrantes monseñor Jorge Kemerer y el cardenal Antonio Quarracino.
Desde 1977 fue profesor de Historia de la Iglesia en el Centro de Estudios Filosóficos y Teológicos de Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
En la Conferencia Episcopal Argentina ocupó diversos cargos.
En el Episcopado Argentino monseñor Novak fue cofundador del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y junto a monseñor Jaime De Nevares y monseñor Miguel Hesayne formó parte del trío de obispos que denunció incisivamente las violaciones a la dignidad humana que utilizaron los militares del proceso de reorganización  nacional. Este compromiso con el pueblo fue motivo para ser tildado "el obispo rojo" por los militares, y también le ocasionó la incomprensión de varios de sus colegas.
Su prédica a favor de los pobres, su vida austera, su bajo perfil y su gran espiritualidad van en estrecha consonancia con la defensa de los Derechos Humanos por él ejercida.
Durante su vida en la diócesis de Quilmes recibió muchas distinciones. En junio de 1985 le dieron el premio ecuménico Maimónides, por el Instituto Superior de Estudios Ecuménicos.
En 1993 fue declarado ciudadano ilustre del partido de Quilmes por "su lucha en tiempos difíciles, contrarios de la dignidad del ser humano", según lo expresó la ordenanza municipal que documenta el reconocimiento.
En marzo de 1994 fue nombrado profesor Honorario de la Universidad Nacional de Quilmes, en base a un proyecto iniciado por el doctor Emilio Mignone y acompañado por las autoridades de la UNQ.
Tras padecer una afección estomacal motivada por un tumor,el 9 de julio de 2001 falleció, dejando el legado de 25 años de servicio a la evangelización, la opción preferencial por los pobres, la defensa de los derechos humanos y el diálogo ecuménico en la diócesis de Quilmes. Su cuerpo descansa en la catedral de Qulmes, al lado de los restos de monseñor Gerardo Farrell.

Comentarios