Carlos Alonso, el tesorero del Quilmes AC, estuvo en el programa Micrófono abierto, que conduce el periodista Pedro Navarro por Radio Quilmes (106.5), de lunes a viernes de 10 a 12.30.
En la oportunidad el contador Alonso pintó un patético panorama de las finanzas del Cervecero, destacando que la apuesta es al campeonato económico antes que el deportivo, aunque reconoció que "siempre los resultados deportivos influyen en el tema económico".
Dio cifras que alarman. Por ejemplo: en el club pagan la cuota alrededor de 7 mil socios. El pasivo es de 100 millones y el déficit mensual hoy es de un millón de pesos (porque entran tres millones y salen cuatro).
Subrayó que se han hecho, dentro de la política de austeridad, de reducciones de gastos, ya sea por la salida de varios futbolistas de sueldos altos así como la incorporación de pocos jugadores de sueldos mucho más bajos.
Recordó que un futbolista de primera división no puede cobrar menos de 10.500 según el estatuto profesional, lo que significa que de esos valores para arriba se trata cuando se habla de sueldos de los jugadores.
Habló de las deudas de la entidad, con algunos futbolistas que se fueron, con el personal (un mes), con los técnicos de inferiores (dos meses abajo), etcétera.
La realidad, que es la única verdad, mostró a Carlos Alonso como un auténtico mago de las finanzas para tratar de recuperar los números del decano del fútbol argentino.
El campeonato económico está en marcha, los resultados decidirán a futuro si se puede mantener, porque hay algún hincha que se animó a decir que "tenemos menos plantel que los Mates".
Otra cosa que dijo como patrimonio del club es el de los futbolistas de la cantera, que en buena medida integran el patrimonio, asegurando que hoy se cotizan estos futbolistas en el orden de los 800 mil a un millón de dólares cada uno, en cuanto a los valores para eventuales transferencias.
Todos los jugadores de Quilmes son negociables (sus pases) porque en épocas de vacas flacas hay que recurrir a cualquier recurso para salvar los números.
Por último Alonso dijo que en el mejor momento de Quilmes en la historia, entre 1975 y 1979, período en el que consiguió el título metropolitano de primera división, en 1978, llegó a tener 12 mil socios, una cifra importante que no se aleja demasiado de lo que es el padrón de estos tiempos.
En la oportunidad el contador Alonso pintó un patético panorama de las finanzas del Cervecero, destacando que la apuesta es al campeonato económico antes que el deportivo, aunque reconoció que "siempre los resultados deportivos influyen en el tema económico".
Dio cifras que alarman. Por ejemplo: en el club pagan la cuota alrededor de 7 mil socios. El pasivo es de 100 millones y el déficit mensual hoy es de un millón de pesos (porque entran tres millones y salen cuatro).
Subrayó que se han hecho, dentro de la política de austeridad, de reducciones de gastos, ya sea por la salida de varios futbolistas de sueldos altos así como la incorporación de pocos jugadores de sueldos mucho más bajos.
Recordó que un futbolista de primera división no puede cobrar menos de 10.500 según el estatuto profesional, lo que significa que de esos valores para arriba se trata cuando se habla de sueldos de los jugadores.
Habló de las deudas de la entidad, con algunos futbolistas que se fueron, con el personal (un mes), con los técnicos de inferiores (dos meses abajo), etcétera.
La realidad, que es la única verdad, mostró a Carlos Alonso como un auténtico mago de las finanzas para tratar de recuperar los números del decano del fútbol argentino.
El campeonato económico está en marcha, los resultados decidirán a futuro si se puede mantener, porque hay algún hincha que se animó a decir que "tenemos menos plantel que los Mates".
Otra cosa que dijo como patrimonio del club es el de los futbolistas de la cantera, que en buena medida integran el patrimonio, asegurando que hoy se cotizan estos futbolistas en el orden de los 800 mil a un millón de dólares cada uno, en cuanto a los valores para eventuales transferencias.
Todos los jugadores de Quilmes son negociables (sus pases) porque en épocas de vacas flacas hay que recurrir a cualquier recurso para salvar los números.
Por último Alonso dijo que en el mejor momento de Quilmes en la historia, entre 1975 y 1979, período en el que consiguió el título metropolitano de primera división, en 1978, llegó a tener 12 mil socios, una cifra importante que no se aleja demasiado de lo que es el padrón de estos tiempos.
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