Con motivo del día de la Bandera y el homenaje a Manuel Belgrano, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recordó la fecha y anunció que se le va a pagar a los acreedores la deuda que tanto revuelo ha causado en los últimos días. No quiso hablar de los "fondos buitres" y estuvo más tolerante, la única forma de honrar las deudas.
Lo que no se puede admitir es que se utilice el mundial de fútbol, por la TV pública, para exaltar un falso nacionalismo con la selección como pantalla, porque el futuro del país, el consenso, el sueño de unidad debe pasar por entender que en democracia el disenso es bien recibido, con respeto y humildad, como para entender que el país es de todos y no de unos pocos. Terminar con la grieta y abrir el panorama para que todos puedan expresarse con libertad y sin condicionamientos.
Un gobierno que se va parece entender que el fin de un ciclo debe tomarse como lo que realmente es, y que sólo la voz del soberano, el pueblo en las urnas, es la que se debe oír en el momento que corresponda.
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