PERIODISMO

Hoy es el Día del Periodista, porque el jueves 7 de junio de 1810 se publicaba el primer número de La Gazeta de Buenos Aires, con la dirección de Mariano Moreno. Era el órgano que había creado la primera junta de gobierno patrio para divulgar sus acciones.
En esta fecha, en el 2014, es bueno destacar la labor del periodista, un puente entre lo que pasa y la gente.
Curiosamente el periodismo recibe muchas críticas, porque se ha convertido en estos tiempos en una divisoria de aguas, entre los que simpatizan con el oficialismo y los que denostan al gobierno.
En ambos casos se equivoca el verdadero sentido de la profesión, porque el periodismo, el mejor oficio del mundo según Gabriel García Márquez, debe rendirse ante la verdad. No puede ser a favor o en contra.
Simplemente, ser verdadero.
El periodista, ante todo, debe ser una buena persona, y sobre esa base se construirá la profesión, haciendo un culto de la verdad.
En aquel primer número de La Gazeta se reproducía un pensamiento del filósofo romano Tácito, en latín, que traducido decía algo así como Raros tiempos de felicidad aquellos en que se puede decir lo que se siente y sentir lo que se dice.
El periodista debe tomar como punto de partida esta premisa y ser fiel a ella siempre.
Por más que desde el poder no se entienda al periodismo y se pretenda transformarlo en un órgano de difusión de lo que se quiere publicar, está en la profesionalidad del periodista no dejarse llevar por esos cantos de sirena y ser fiel a la verdad.
Bien vale repetir conceptos de Gabriel García Márquez. "Una buena nota es como una salchicha,a hay que anudarla al final para después poner todo adentro, y que no se caiga nada. Será una buena nota si sabe a dónde se va antes de sentarse a escribir".
"El final es tan importante como el comienzo. Si se logró que el lector llegue hasta el último párrafo se habrá ganado gran parte de la batallaa. Pero si no se tiene el remate el lector dirá: ¿Y leí hasta aquí para encontrarme con esto?
"La lectura es un acto hipnótico, pero el lector siempre quiere irse. Se escapará al menor descuido, si n o le contamos todo el tiempo algo que le sucedió a la gente.
"La información bien contada es inigualable, pero eso no significa necesariamente escribir algo. Uno se sorprende de la cantidad de palabras inútiles que se puede llegar a poner en una sola frase.
El periodismo es una trampa: a quien entra en él de verdad no podrá salir jamás.
"Para ser periodista hay que tener vocación, y la vocación es la única condición humana que alguna vez ha logrado derrotar al amor".

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