PEDRO Y EL AULA


Con dos funciones culminó el ciclo lectivo para los chicos egresados 73 del Colegio Don Bosco, que presentaron la obra "Su majestad se pasea en calzoncillos", sí la misma que habían repetido el año pasado, cuatro décadas después y éste, es decir, 41 años más tarde.
Cabe recordar que estos chicos tenían 12 años y egresaban del Don Bosco en el 73. Para poder realizar el viaje de egresados en ese tiempo -iban a Córdoba- juntaron fondos presentando esta obra, junto al maestro, el joven Pedro Costa.
40 y 41 años después volvieron a presentarla, ahora con todos los avatares ocurridos en este lapso. Por eso no extrañó que las dos funciones del sábado, en el Multicultural y Teatro Don Bosco, se vean colmadas de público y de emoción.
Pedro Costa, el maestro, presentó la obra, aclaró los tantos, dudó a la hora de presentarla como teatro -lo es sin duda- y adelantó que era el fin del ciclo (lectivo) porque la cosa ya fue.
Así se vio a los "chicos", hoy adultos, ataviados con el vestuario del cuento de Andersen, ofreciendo una propuesta alegre, emotiva, con mucho mensaje y también, actualidad.
Pedro Costa, el maestro, transita la educación "de costa a costa" y en esta pieza, que dirigió y escribió, pretende demostrar que hoy, como ayer, el rey se pasea en calzoncillos y muchos lo ven, aunque disimulan y con hipocresía, y por qué no corrupción, se encargan de hacer creer que viste ese traje invisible que tiene tejedores, corruptos, cortesanos, encargados de hacer verdad la mentira.
Pedro le puso al texto mucho humor, gotitas de ternura y una emoción a flor de piel, con la satisfacción de esos chicos-adultos capaces de mover a una multitud de entusiastas familiares, amigos y espectadores capaces de admirar el paso del tiempo.
Las canas, las peladas, las panzas, en fin, todo lo que marca el tiempo quedaron de lado para imaginar aquella misma emoción del 73, cuando se juntaban los fondos para viajar como egresados a la Docta.
La historia habla de un rey, que pretende una vestimenta especial para festejar su cumpleaños y que busca a los encargados de tejérsela. 
Después de los corruptos de la taberna, y de los pillos tejedores que saben aprovechar la idea de los corruptos, se va tejiendo la trama, con tanta realidad como desafío a la reflexión.
Como el rey desconfía, ya que no le permiten ver la vestimenta, envía a su corte para verificar el trabajo, que le significa importantes erogaciones -él piensa que es "su" dinero, en realidad es del pueblo, como se lo hace notar su edecán, pero, jugando las palabras, es la tela para lograr que se haga la tela de su vestuario- y en todos los casos los que visitan a los tejedores comienzan a sorprenderse "porque no ven nada", y terminan de ser convencidos de que se está haciendo algo.
Nadie quiere incomodar al rey, el poder, entonces prefieren decir que sí ven lo que realmente no hay, y así las cosas hasta el modisto del rey se retira convencido, justo él que se está por jubilar y que prefiere seguir el juego para que no lo echen.
En fin, al rey le mandan un médico de la vista, que le toma la presión, el rey, que no ve nada, frente a un número, el uno -al estilo de los jurados de los programas de la tele, que evaluan cantos o bailes- termina por adivinarlo gracias al tango "Uno", antes decía que veía "dedos", cuando los pulgares o los índices de los cortesanos le marcaban lo que tenía ver.
En esta versión remozada del 73 se agregaron mujeres -en el colegio no las había en ese tiempo- que le dieron la visión femenina de la cosa, como la reina y la madre de ella, junto a las cortesanas y las chicas del pueblo.
La historia termina con el rey en calzoncillos y camiseta debajo de la bata, que se pasea con una vestimenta invisible que no es más que el juicio a la corrupción. Alguien puede dudar de lo que todos ven y no quieren reconocer, y enseguida el rey manda aquellos de "Aquí no ha pasado nada", frase que todos repiten mientras se retiran del escenario.
Pedro Costa lo dice todo y deja como mensaje para que todos lo tengan en cuenta que aquí tiene que pasar algo. Como para que -actualidad vigente- alguna vez pase algo en el reino de la verdad.

Elenco

Su majestad se pasea en calzoncillos, el regreso tuvo este elenco: Narrador (César Alvarez). Trovador: Jorge Margevicius. Tabernero: Ricardo Hernáiz. Doña Angiulina: Jorge Bozadjíe. Mesonero: Eduardo Marcev. El nene: Ricardo Famularo. Zapatero: Sergio Said. Carpintero: Boris Tercic. Cazador: José Waipan. Trillizos: Daniel Alassia, Carlos Dellagiovanna, Ricardo Castelli.
Corruptos: Juan J. Villa, Mario Traicoff, Julio Bordakevich, Osvaldo D`Amuri.
Tejedores: Néstor Varadi, Guillermo Gjivoje.
Rey: Jorge Bozadjíe.
Sastre viejo: Ricardo Hernáiz.
Reina: Patricia Frediani. Reina Madre: Marta D. Frediani.
Cortesanas: Salomé Hernáiz, Erica Mejailesen, Micaela Weckesser.
Ministro anciano: Carlos Dellagiovanna.
Ministro joven: Giarcali.
Ministro de modas: Carlos Graffigna.
Médico real: Claudio Mrcianesi.
Niña: Chiara Giancarli.
Madre de la niña: Pamela Montarcé.
Pueblo: Gastón Varadi, Rodrigo Varadi, Camila Graffigna, Florencia Famularo, Julieta Famularo, Rodrigo Marcev, Nazareno Castelli, Laura Roel, Lilian Traverso, Silvina Restol.
Producción: asistentes de dirección, Ricardo Famularo, Juan J. Villa.
Realización de vestuario: Luis María Aguirre, María Inés Garibaldi, Zapatillas rojas, Nelly Vischich, Lina Del Pup.
Realización de escenografía y utilería: Salomé Hernáiz, Natalia Costa, Pamela Montarcé, Lalo Marcev.
Mueblería: El viejo taller.
Luces y sonido: Mariso Vecchi, Alejandro Pepe, Mariana Costa.
Relevamiento fotográfico y fílmico: Tobías Tercic.
Escenografía: Ricardo Famularo, José Waipan.
Gráfica: Mario Traicoff, José Waipan.
Obra escrita y dirigida por Pedro Costa.
La pieza fue puesta en escena los días 19 y 20 de octubre del año pasado en el Teatro Don Bosco, de Bernal, y este sábado 14, en el mismo escenario.


Año 73

El programa que acompañó la presentación recuerda el reparto original del año 73: Cèsar Alvarez como el narrador.
Zapatero: Walter Amestoy. Carpintero: Boris Tarcic. Cazador: Daniel Ogrín. Mesonero: Eduardo Marcev.
Joven: Ricardo Castelli. Rey: Fabio Giani. Escoltas: Marcelo Muñoz, Lucio Cabrera.
Ministro joven: Ernesto D`Amico. Ministro anciano: Carlos Dellagiovanna.
Pepinillo Repollete: J. Bordakevich.
Soldados: Enrique Vilouta, Néstor Varadi.
Sastre viejo: Rubén Rosset.
Doña Angiulina: Jorge Bozadjíe.
El nene: Lucio Rubini.
Trompeteros: Marcelo Chimenti, Claudio Marcienesi.
Ministro de guerra: Jorge Gachasín.
Ministro de Salud Pública: Gerardo Salori.
Ministro de Hacienda: Rubén Paciullo.
Ministro de Finanzas: F. García Lercher.
Ministro del Interior: Rubén Cantarín.
Ministro de modas: Carlos Graffigna.
Tejedores: Ricardo Hernáiz, Guillermo Gjiveje.
Embajador africano: Daniel Brosio.
Embajador argentino: Luis Rodríguez.
Embajador árabe: Rául Di Clemente.
Guardias: Alberto Erdozian, Carlos Jensen, Claudio Fernández, Juan Lorenzo.

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