DEFENSOR


En una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de Quilmes asumió el flamante defensor del pueblo, el ex concejal Luis Bratti. El presidente del HCD, José Migliaccio, tomó el juramento de práctica.
El nuevo ombudsman confesó que será una defensoría de puertas abiertas. "Mi objetivo es dar la mayor difusión a la defensoría. Considero que hay muchos vecinos que no conocen la función que tiene. Mi idea es una defensoría abierta. Voy a atender personalmente, ese va a ser mi principal objetivo para que los vecinos sepan que se trata de un organismo para defender sus derechos y que este defensor va a bregar por solucionar el problema que cada uno de ellos traiga".
En cuanto a las versiones que hablaban de estar relacionado con el oficialismo, Bratti dijo que "desde hoy no voy a hablar de política partidaria y sí puedo aclarar un tema sobre el que se estuvo hablando. Se partió de un concepto erróneo, falaz, que es que el defensor del pueblo tiene que tener determinado color político. No lo digo por la ordenanza de Quilmes ni por la ley de la provincia de Buenos Aires, sólo lo digo por el derecho comparado, la defensoría, para estar legitidado el defensor, no importa el color político que sea. Se necesita ser elegido por el parlamento, que haya una audiencia pública donde se conozca el nombre antes de la sesión y que haya una mayoría calificada como es el caso".
Añadió que el defensor del pueblo es "ni más ni menos, alguien que defiende los derechos del ciudadano. No hace falta un determinado color político. Nosotros seguimos la línea del defensor del pueblo, no del ombudsman suizo y yo tengo prohibido hacer política partidaria y de política no voy a hablar. Ahí sí estaría en falta y le estaría dando la razón a quienes quieren politizar un organismo que no debe estar politizado".
Estas palabras merecen ser recordadas cuando el defensor del pueblo actúe para saber si cumple su noble misión. En ese sentido, serán los vecinos los mejores intérpretes de la situación.

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