ANGELELLI

Se está sustanciando en La Rioja el juicio al ex general Luciano Benjamín Menéndez y al ex comodoro Luis Fernando Estrella, acusados de ser autores mediatos del asesinato de monseñor Enrique Angelelli, ocurrido el 4 de agosto de 1976 en Punta de los Llanos, localidad de la provincia norteña.
El prelado era obispo de La Rioja y pertenecía a la pléyade de obispos que sintetizaban la voz de los sin voz, en tiempos difíciles del país, con los años de la presidencia de Isabel Perón y la irrupción de los militares del proceso de reorganización nacional.
Vale recordar que monseñor Angelelli se encontraba investigando el asesinato de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, hecho acaecido el 18 de julio 1976. Días después, el 25 de julio, fue asesinado el civil Wenceslao Pedernera, y la serie continuó con la muerte de monseñor Angelelli.
En este juicio que se desarrolla en La Rioja el propio Papa Francisco se interesó por el desarrollo, y en ese sentido se comunicó con el actual obispo de La Rioja, el quilmeño Marcelo Colombo, que es abogado.
Francisco llamó a la diócesis, fue atendido por un asistente del obispo y monseñor Colombo, que estaba en una reunión, dejó ese encuentro para hablar con el Papa.
Monseñor Enrique Angelelli nació en Córdoba el 17 de julio de 1923 y fue nombrado obispo de La Rioja por el Papa Pablo VI el 24 de agosto de 1968.
Su tarea pastoral apuntó a los más pobres, sobre todo al campesinado, generando resquemores y reacciones de la oligarquía riojana.
Tuvo encuentros y desencuentros con quien fuera gobernador de La Rioja en 1973, Carlos Saúl Menem, e incluso lo expulsó de la Iglesia a raíz de una irrupción violenta de sectores adictos al gobernador en la catedral.
Los últimos tiempos de su ejercicio pastoral fueron muy duros para el obispo, acusado de marxista por la publicación de ultraderecha El Caudillo.
La muerte de Angelelli pretendió ser tapada como un accidente automovilístico, pero las investigaciones que se realizaron con el tiempo demostraron que fue asesinado, porque su camioneta fue cruzada por otro coche, generando el vuelco y posterior remate del obispo, cuyo cuerpo fue sacado del vehículo y golpeado contra el asfalto.
NdelR: Alguna vez quien esto escribe viajó a La Rioja junto al padre Pablo Laguna Llano, con una entrevista que se realizó en la diócesis y donde el obispo dejó picando una frase que se convirtió en un estandarte de este periodista: "Ustedes (los porteños) tienen luz de mercurio en los ojos y asfalto en el corazón".

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