Pasó casi inadvertido, pero hoy, 28 de junio, se cumplen 48 años de la caída del presidente radical Arturo Umberto Illia, con el advenimiento de la denominada revolución argentina, del general Juan Carlos Onganía.
Arturo Illia había llegado al poder en 1963, un 12 de octubre, con el voto de un 22 por ciento del electorado, en un tiempo en el que el peronismo estaba proscripto.
Desde el inicio de su gobierno sufrió una gran cantidad de planteos que derivaron en aquel tristísimo martes 28 de junio de 1966, cuando los militares arrasaron con el poder, arguyendo que se venía otro país frente "al país que quedó atrás".
La revolución argentina, pomposa denominación del golpe de Estado, trazó objetivos económicos, sociales y políticos, en ese orden, pero difícilmente pudo cumplir con alguno de ellos. Y de entrada nomás arrasó con la política, disolvió los partidos políticos, cerró el Congreso y puso de interventor al coronel Felipe Gerardo José Mazzini.
En el caso del cuerpo de Taquígrafos del Congreso, fue la primera y única vez en la historia que fue disuelto, dejando prescindibles a la mayoría de sus integrantes y derivando a algunos pocos a las Cortes y a la presidencia de la Nación.
La obra teatral de Eduardo Rovner, Don Arturo, refleja con rigurosidad histórica esos tiempos. Tuvo a Luis Brandoni en el papel del presidente Illia, junto a Miguel Habud, como Luis Caeiro, secretario del presidente y gran elenco.
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