Mañana se estrena en Buenos Aires un filme que documenta la vida y la carrera del boxeador Sergio Maravilla Martínez, dirigida por Juan Pablo Cadaveira.
Una pintura de la trayectoria del quilmeño y todas las peripecias que tuvo que atravesar para llegar a lo más alto del boxeo mundial (precisamente va a pelear el 7 de junio en Las Vegas ante Miguel Angel Cotto).
Habrá que ver si la película cuenta todo de Martínez, incluso aquellos tiempos de vacas flacas y los entrenamientos en el club Juventud Unida de Bernal, su pasión por el fútbol -llegó a probarse en Los Andes y pudo haber quedado-, la influencia de sus entrenadores y tíos, los Paniagua, el viaje a España, el apoyo de Pablo Sarmiento en Atocha y el crecimiento boxístico, para ubicarse en el ranking mundial.
Su pasión por el protagonismo, su predisposición a convertirse en un arquetipo y la habilidad para presentarse ante los medios en un ámbito tan especial como el de Las Vegas.
¿Aparecerá en la película, al menos mencionado, el inolvidable Luis Blancou -jurado de boxeo y autor del apodo Maravilla, un conocedor profundo del mundo del deporte de los puños y un gran difusor de la campaña de Martínez- un quilmeño que hizo muchos esfuerzos para poder seguir al pugilista a distintos lugares del mundo donde se presentó a dar pelea?
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