La semana que comienza mañana será fundamental para decidir la continuidad o no del técnico Ricardo Caruso Lombardi al frente del plantel del Quilmes AC.
De no haber acuerdo, desde la directiva Cervecera se baraja un plan B, incluso se habló de Angel Bernunzio como eventual reemplazante, a través de la gestión del gerente administrativo, Pablo Quatrocchi.
También se dijo que habrá una importante renovación del plantel, ya que concluirán su relación con el club varios de los futbolistas que tienen los sueldos más altos, por lo que se apostará en forma principal a los chicos de la cantera, que terminaron jugando en el primer equipo en las etapas decisivas por la permanencia en primera división.
Si bien en el próximo torneo de Primera no habrá descensos -al menos hasta ahora porque, se sabe, el fútbol argentino siempre es una caja de Pandora- se dice que sí seguirán funcionando los promedios, que finalmente servirán para el año próximo, cuando se intente armar un torneo con 30 equipos, los 20 de Primera y diez que lleguen de la Primera B Nacional.
En este sentido, si Quilmes mantiene la base juvenil no sería extraño que un equipo probable cuente con Walter Benítez en el arco; Alan Alegre, Cristian Lema, Sebastián Martínez, Lucas Suárez; Emiliano Carrasco, Lucas Pérez Godoy, Matías Morales, Arnaldo González; Sergio Hipperdinger y Diego Diellos (vuelve de Sarmiento de Junín).
Se van a hacer las gestiones para la continuidad de Gonzalo Ríos, el delantero que llegó de Boca Unidos de Corrientes.
En síntesis, en Quilmes se van a cuidar las finanzas porque las deudas generadas por el fútbol profesional son mucho mayores que los ingresos, y se necesita afinar los números para no sufrir ulterioridades.
De no haber acuerdo, desde la directiva Cervecera se baraja un plan B, incluso se habló de Angel Bernunzio como eventual reemplazante, a través de la gestión del gerente administrativo, Pablo Quatrocchi.
También se dijo que habrá una importante renovación del plantel, ya que concluirán su relación con el club varios de los futbolistas que tienen los sueldos más altos, por lo que se apostará en forma principal a los chicos de la cantera, que terminaron jugando en el primer equipo en las etapas decisivas por la permanencia en primera división.
Si bien en el próximo torneo de Primera no habrá descensos -al menos hasta ahora porque, se sabe, el fútbol argentino siempre es una caja de Pandora- se dice que sí seguirán funcionando los promedios, que finalmente servirán para el año próximo, cuando se intente armar un torneo con 30 equipos, los 20 de Primera y diez que lleguen de la Primera B Nacional.
En este sentido, si Quilmes mantiene la base juvenil no sería extraño que un equipo probable cuente con Walter Benítez en el arco; Alan Alegre, Cristian Lema, Sebastián Martínez, Lucas Suárez; Emiliano Carrasco, Lucas Pérez Godoy, Matías Morales, Arnaldo González; Sergio Hipperdinger y Diego Diellos (vuelve de Sarmiento de Junín).
Se van a hacer las gestiones para la continuidad de Gonzalo Ríos, el delantero que llegó de Boca Unidos de Corrientes.
En síntesis, en Quilmes se van a cuidar las finanzas porque las deudas generadas por el fútbol profesional son mucho mayores que los ingresos, y se necesita afinar los números para no sufrir ulterioridades.
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